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jueves, abril 25, 2024
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Brasil se hunde en la miseria calificado como país con hambruna

El golpe político contra uno de los mejores presidente de la historia del Brasil, capaz de construir clase media, sin odios, Inácio Lula Da Silva, fue el principio de la catástrofe que asola al Brasil, la económica, sumada a la de la salud pública y a la del hambre, calificada como hambruna por los medios internacionales, incluido el Clarín porteño, si se denota que afecta a 117 millones de brasileros.

La muerte política de una sombra gobernante hoy, es el resultado de una clase política corrupta y sectores económicos incapaces de sofrenar su angurria de dinero y de poder al servicio del extranjero de siempre.

Lula Da Silva pagó con cárcel su inocencia, hoy convenientemente firmada y reafirmada por la Corte Suprema del Brasil, tan solo porque el 50 por ciento de brasileros lo votarían hoy, y se avizora en lontananza como el único que puede volver a reunir a los brasileros, para sacarlos inevitablemente del lodo y de la quiebra.

Jair Bolsonaro no es más que un demente payasesco para el 80 por ciento del pueblo brasilero, un aliado muerto para los Estados Unidos y el enemigo de siempre de Europa que nunca lo quiso.

Miseria es el resultado de sus políticas, con la mayor cantidad de muertos por Covid luego de la India, donde hacen piras humanas en las calles con los muertos por coronavirus. Bolsonaro hizo del Covid, que es una desgracia para el mundo, un holocausto para los brasileros, en salud primero y en economía hoy.

En el 2022, el año que viene se vota para presidente. Lula superó el cáncer, la cárcel y el covid. Una enorme mayoría en el Brasil le prende velas para que retorne. Argentina también. Porque es el principal socio económico. Y en nada ayuda a la Argentina que la quinta economía del mundo se derrumbe y califique como un país con “hambruna”- cual país africano- como lo dicen los principales medios norteamericanos y europeos.

Hoy 117 millones de brasileros en diferentes Estados, hacen cola por una botella de aceite, un litro de leche y un paquete de arroz. Como una Venezuela cualquiera. Brasilzuela.

Duele Brasil. Pesa en el alma. Pero dice para el que quiera ver.

La corrupción no tiene derecha ni izquierda, no es liberal ni socialista, solamente necesita una banda de forajidos, jueces a su favor, y los medios de comunicación convenientes.

Daniel Frank