Una joven médica, novia de un esperancino de apellido Carena, hijo de uan conocida y querida familia de la ciudad, fue salvajemente atacada. Pero además, la policía con el agresor a cien metros, no lo quiso buscar, por que dijo que no era su jurisdicción.
La Mamá
Irene Busniuk, mamá de la joven médica cuenta detalles que indignan y conmueven.
“Estoy pensando en lo desprotegidas que estamos todas. Hoy a las 3 de la mañana mi hija Natalia fue golpeada salvajemente por un desconocido, psicópata y misógeno, cuando retornaba de una reunión de fin de año con el equipo de trabajo y se dirigía a abordar su auto.
No la robo, no la violó pero la golpeó brutalmente. La noqueó, cayó al suelo, le tiró de los cabellos porque perdió un mechón, le fracturó la segunda costilla. Quedó inconsciente, cuando despertó no entendía nada.
Perdió la memoria, no sabía que tenía novio , auto, una perrita, no sabía porqué estaba así vestida y en ese lugar. Es un cobarde que se esconde en las sombras de la noche y ataca imprevisible ente a las mujeres. El hecho fue en Río de Janeiro y Dr. Juan Felipe Aranguren. Espero Justicia.
Hoy mi hija y gracias a Dios está viva, mañana otra vez ella o cualquiera de todas nosotras sin importar la edad, la religión, la idea política, el color de piel o la condición económica o social”.
Los hechos
El sábado 15, a la 3, la médica cirujana plástica Natalia De Magistra se encontraba festejando una despedida de año junto a colegas de la clínica en donde trabaja. Estaban en un comedor en la ciudad de Buenos Aires, más precisamente a dos cuadras del Parque Centenario, en el límite de los barrios de Almagro y Caballito.
Todo era alegría y charlas hasta que llegó el momento de la despedida. Ahí cada uno fue en busca de su auto. Natalia había dejado el suyo un poco más lejos del de sus compañeros y al momento en que se dispuso a subirse, recibió un fuerte golpe que la aturdió y la desestabilizó dejándola en el piso. El hombre, que estaba muy nervioso, descargó toda su furia con ella hasta dejarla sin conocimiento, tirada en la vereda y continuando como si nada su camino.
Al mismo tiempo comentó que gracias a una joven que estaba paseando el perro en ese lugar cuando se produjo el ataque pudieron tener más precisiones de lo que pasó y que la joven recibiese ayuda rápidamente.
En lo que refiere a la atención médica, los familiares de la joven agradecieron todo lo que hizo la clínica para la cual trabaja Natalia, en donde permaneció el fin de semana. Como consecuencia de la golpiza hoy está con una costilla fisurada, la boca rota por la ortodoncia, un chichón en la cabeza y la nariz partida.
“Queremos que no dejen pasar el tiempo, por eso nos estamos moviendo porque sino no pasa nada. Solo necesitamos una orden judicial para poder acceder a las cámaras de instituciones privadas y ver la cara del agresor y poder buscarlo”, cerró Carena.