La Fundación Ramseyer Dayer realizó la presentación del libro “Namastê”, Cruces digresivos sobre arte, creación, filosofía y haiku. Ensayo del escritor y fotógrafo santafecino Carlos O. Antognazzi.
La vida es metamorfosis continuada. Lo es para Carlos Antognazzi: en Namastê demuestra comprender el tema en su complejidad. Su arte implica movimiento, dinamismo, sin desorden ni caos. Leer Namastê es adentrarse en un libro que no deja de crecer. Creció en su escritura, al irse plasmando en papel. Sigue creciendo en la lectura, cuando advertimos los hilos tupidos que componen su trama. Su historia personal del haiku ilustra, elocuente, qué significa katto (lío), concepto clave del Zen japonés: todo texto se compone de múltiples tramas. Si sólo las miramos desde afuera, podrían parecer un enredo. De cerca, revelan la necesaria urdimbre del lenguaje.
El libro de Antognazzi se atreve a ese entrevero. Hace bien: detrás de una aparente sencillez, todo haiku es katto. Y bajo su exterior apacible, la vida y su crónica también se vuelven katto. El haiku pide osadía para hilvanarlo. Carlos lo consigue en un libro incitante.