«El fútbol es la dinámica de lo impensado», frase del pediodista Dante Panzeri que bien puede aplicarse a lo que fue el arranque de la final jugada ayer entre Central San Carlos y Alumni de Laguna Paiva que definía el primer certamen de la temporada en Liga Esperancina de Fútbol.
¿Por qué, utilizamos esta expresión para comenzar a comentar lo que fue la finalísima en el «Gustavo Zehnder»?
Simplemente porque todo lo que se trabajó en la semana tanto por el lado de Martín Ovando como por Lisandro Perussini, quedó de lado al minuto y medio de comenzado el juego cuando el «sabalero» sancarlino dispuso de un tiro de esquina que ejecutó Germán Grenón y de manera insólita, ante la mirada de todos, se coló en el segundo palo de un Velázquez que no atinó a nada, quedando sin reacción para que Central lograra la apertura del marcador y que esa jugada impensada terminaría siendo decisiva para la definición del torneo Apertura.
Antes de los dos minutos de juego ganaba Central, eso obligó a que Alumni adoptara una postura más arriesgada con la necesidad de ir por el empate. El «verde» comenzó a tener mayoritariamente la pelota en su poder, exponiéndose a la contra de Central. Alumni merodeó el área sancarlina con un tiro libre que anticipó muy bien Ambort y una pelota que no terminó de quedarle cómoda a Rolón en el área cuando se jugaban los primeros quince minutos, pero en el minuto dieciocho Alumni dispuso de la primera chance clara de gol con un tiro libre que ejecutó González desde el vértice del área grande por el sector derecho del ataque que obligó a un gran esfuerzo de Ambort para arrojarse contra su palo izquierdo y desviár el balón al corner.
El «sabalero» tuvo un par de corridas por parte de Obregón que no terminaron por prosperar pero que encendían la alarma en el fondo paivense para no sufrir otra distracción.
Alumni forzaba el partido pero sin profundidad, chocando una y otra vez contra la solidez defensiva de Central, donde Ceballos y Grenón parecían impasables.
Pasada la media hora, Melgarejo pudo filtrarse en la defensa sancarlina y tras una buena combinación, quedó frente a Ambort para empatar la final pero el arquero de Central terminó desviando al corner el remate del lateral convertido en atacante.
Central se dedicó a administrar la diferencia que había logrado apenas comenzado el juego. Lo hizo a partir de mantener el orden defensivo, cediendo el peso del partido a su rival y agazapado para meter alguna contra. Recién llegando a los cuarenta minutos, generó un remate de riesgo a través de Ovando que desde afuera del área obligó a una buena respuesta de Velázquez para mantener la mínima diferencia en el resultado.
En el período complemenario, el arranque fue como se esperaba, Alumni disponiendo de pelota y terreno para hacer el gasto mayor y Central sabiendo que el resultado lo favorecía intentaba no perder el orden y tener bien controlada la dupla goleadora del equipo paivense.
Alumni iba, una y otra vez pero siempre se encontraba con un jugador «sabalero» que cortaba el intento; en el cuarto de hora llegó la primera chance con un centro que fue bien anticipado por Ambort cuando aparecía Melgarejo con intenciones de llegar al balón.
Central respondió minutos después con un remate de Ovando desde el borde del área que se fue cerca del palo derecho del arquero paivense.
Unos minutos después, en otra subida de Melgarejo por su sector, terminó con un disparo que desvió el arquero y que por poco no pudo conectar Buigues.
El reloj comenzó a jugar también, dentro de un trámite que ofrecía más lucha que juego, siempre con el «verde» forzando por llegar al empate y Central tratando de disponer de la pelota para defenderse con ella, haciéndola correr.
En los minutos finales, tuvo el empate Oberman con un cabezazo que se fue apenas contra el palo derecho de un Ambordt que ya sin posibilildades solo podía ver el desenlace de la acción.
En la desesperación de Alumni por el empate, ya con tiempo adicionado por Brizzio, Central tuvo la chance para liquidar el pleito cuando Obregón bajó una pelota en el área rival, jugada que terminó con Garelick rematando y atajando Velázquez para mantener el suspenso en la final.
La ilusión de Alumni se mantuvo hasta el último instante y más cuando tuvo una media vuelta de González que murió en las manos de Ambort, para que el resultado no se modifique y así el «sabalero» sancarlino pueda dejar atrás los tragos amargos de las dos finales perdidas el pasado año.
Fue festejo «rojinegro», quizás más por lo que hizo a lo largo del campeonato por lo que mostró en los noventa minutos de la final, pero nadie puede discutir que Central es uno de los equipos más regulares de los últimos años, habiendo jugado su cuarta final consecutiva, demostrando que no fue éste un título llegado desde la casualidad, para sumar su décimotercer campeonato.
Parrafo aparte para Alumni que arribó a su primera definición liguista, demostrando por pasajes que bien merecido tenía su lugar en la final.
El domingo comenzará la revancha para todos, al dar inicio el torneo Clausura.
CENTRAL SAN CARLOS 1 – ALUMNI DE LAGUNA PAIVA 0
Estadio: «Gustavo Zehnder» de Sarmiento de Humboldt.
Arbitro: Lucas Brizzio. Asistentes: Robertino Rosas y Juan Canalis.
Cuarto árbitro: Sebastián Sánchez.
CENTRAL SAN CARLOS: Nahuel Ambort; Nicolás Ceballos, Juan Alloa, Bruno Gómez, Facundo Ravelli, Germán Grenón, Nahuel Nasta, Lautaro Lacuadra, Lautaro Obregón, Francisco Ovando y Gonzalo Garelick. DT: Martín Ovando.
ALUMNI: Alan Velázquez; Luis Ibáñez, Lautaro Melgarejo, Nicolás Brandán,Axel Brandán, Sebastián Bravo, Matías Buigues, Alex Aredes,Cristian Rolón, Matías González y Mateo Oberman. DT: Lisandro Perussini.
Gol: PT: 1m.30s. Germán Grenón.
Cambios: Genaro Imhoff por Nahuel Nasta y José Leal por Gonzalo Garelick (Central). Esteban Coronel por Axel Aredes e Ignacio Pérez por Cristian Rolón (Alumni.)
Amonestados: Juan Alloa, Lautaro Lacuadra y Francisco Ovando (Central). Sebastián Bravo (Alumni).