“La pandemia causada por el COVID 19 nos muestra un ejemplo de falta de Responsabilidad Social Empresaria vinculada con las medidas de prevención para garantizar la salud de nuestra población” afirma el concejal esperancino Eduardo Kinen.
“La propagación mundial del COVID-19 está presentando un desafío extraordinario para los estados, las sociedades y las empresas en prácticamente todo el planeta.
En nuestro país, la presencia del virus fue generando diversas acciones del Gobierno Nacional basadas en indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los equipos especializados que asesoran al presidente Alberto Fernández en esta gravísima situación.
Acciones que fueron seguidas en sus respectivas jurisdicciones por gobernadores e intendentes quienes, dadas las características de la enfermedad, fueron adaptando e implementando procedimientos y regulaciones acordes a sus ámbitos y competencias” explica el edil, titular de la bancada justicialista en el Concejo Municipal.
“En este contexto, el objetivo de las medidas que se han implementado es impedir que este virus provoque los estragos que está generando en países como Italia y España o ciudades como Nueva York o Guayaquil.
Por ello, cabe resaltar que la situación descripta es de tal magnitud y complejidad que el accionar del Estado, en sus diversas instancias, no podrá alcanzar buenos resultados si no tiene el acompañamiento de la sociedad en su conjunto. Desde las conductas individuales, cumplir con los cuidados que recomiendan los especialistas en salud y los protocolos que confeccionan las autoridades es nuestra responsabilidad ciudadana.
Donde no se observa una conducta acorde a este complejo panorama descripto es en la gran mayoría de las entidades bancarias de nuestra ciudad las que – a diferencia de otros comercios o empresas con atención al público y con gran circulación de personas-, no se ocupan de mantener las mínimas condiciones de limpieza de los cajeros automáticos y de un adecuado mantenimiento de los espacios físicos donde estos funcionan.
Desde las puertas de ingreso que no se abren acorde al mecanismo establecido de apertura con las bandas magnéticas de las tarjetas, pasando por la ausencia de limpieza regular de los teclados de los cajeros, conforme vayan pasando los clientes, y siguiendo con la ausencia de un adecuado lavado de pisos en determinados intervalos de tiempo, son evidencias de esta inaceptable conducta de estas entidades.
Algunos memoriosos aún recuerdan a los que llamábamos “ordenanzas” en los bancos más antiguos de la ciudad, entrañables personajes que durante todo el año y sin esperar a pandemias o situaciones extraordinarias mantenían impecables las instalaciones, las veredas y los ingresos de los mismos” manifiesta el edil peronista.