Un adagio de la didáctica dice que debemos corregir sin ofender. Le ruego a Dios que me conceda la gracia de cuestionar sin faltar el respeto, sin soberbia, con la humildad de quien profesa una fe empecinada en lo que, quizás equivocadamente, considera una buena educación. Podríamos decir en términos ajedrecísticos, que el último ciclo populista intentó dar jaque mate a la desigualdad con una combinación de piezas inadecuada y sacrificó a los peones, olvidándose de la máxima “todo peón es una dama en potencia”. Pues bien, en ese sentido, la experiencia docente de nivel medio y superior, durante el kirchnerismo, debe ser revisada desde una perspectiva superadora, sin odio, ni falsedades.
El arte de la guerra, escrito en el siglo V a. C. por Sun Tzu, en la tesis 13 del Capítulo 7 titulado “Maniobras”, postula: “no se debe poner en marcha un ejército si no se está familiarizado con el terreno, sus montañas y bosques, sus fosas y abismos, sus ciénagas y pantanos”. Esta recomendación tiene una relación directa con lo que fue la política educativa inclusiva del populismo, política en la cual, todo hay que decirlo, el relato de una mítica generación de soñadores, de jóvenes que querían cambiar el mundo en los años de la década de 1970, fue un componente esencial. La táctica igualadora pretendía transformar, mediante ilusiones horizontalistas, los escarpados terrenos de la educación en el siglo XXI en hospitalarias llanuras o, en palabras de Sun Tzu, “lo sinuoso en recto y la desventaja en beneficio”.
Tal política igualitarista incumplió con un requisito de la democracia sustantiva, a saber, que los mejores cuadros directivos y docentes deben desarrollar al menos una trayecto de sus carreras en contextos educativos vulnerables, tal como nos enseñó Griselda Tessio en Sociología de la Educación. Por consiguiente, en lugar de abrir espacios de socialización virtuosa a partir de la escuela, la política populista fue creando ciénagas. Las escuelas autodenominadas “integradoras” y el Plan Fines son buenos ejemplos, casos aleccionadores, dos proyectos que terminaron impactando negativamente en la propia estructura que le dio sustento al populismo, y, por carácter transitivo, impactó en el Estado y en la Sociedad.
La orden de avanzar dada al ejército soñador, que quería cambiar el mundo, sin conocimiento del terreno, explica en parte el nuevo impulso, el aumento de la matrícula y el prestigio creciente de las instituciones educativas privadas y confesionales. En el peor escenario, una política autoritaria e igualadora sería condescendiente con una estructura donde las escuelas públicas son la última opción.
Tactical questioning to egalitarianism of educational populist policy
One adage of the didactic say that we must to correct without to offence. I implore to God that conced me the ably to question without disrespect to none, without arrogance; conversely, with the humbly of wich have an insistent faith in the good education. We could saied in chess terms, that the populism has tried to give check mate to inequality, with pieces´s wrong combitation, sacrified the pawns, forgetting the historical lesson: every Pawn is a potential Queen.
Consequently, the middle and superior educational experience of populism must be reviewed, without hate neither falsehoods.
The Sun Tzu book, The art of war, in thesis number 13 express: “must not to move one army if not are familiarized with the ground, her mountains and forests, her cavities and abysses, her swamps and wetlands”. This recomendation have direct relation with the inclusive policy of populism. policy in which, all must be saied, had been present the narrative of mithical generation of youns that would change the world, in the 70´s.
This tactic of equalizing was looking, by means of magical and unrealistic vision to transform the steep territory of XXI century´s educational system, in hospitable plains or, in Sun Tzu´s words: “The sinuous in straigth, and disadvantage at benefit”.
Such policys, breach one requriment essential of the substantive democracy: the better professors and directors must develop parto of hers degree in the most vulnerable educationals contexts, such like teached us Griselda Tessio in her university chair “Sociologie of Education”.
Must not surprise us that this educational populist policy, rather than created spaces to creativitie and intelectual progress in the schools, created institutional swamps. The self-styleds “integrative schools” or the FInes plan, are two good examples. Two projects that finished impact in negatively in the own structure that it gave support to last populist episode. In the worst of futures scene, this kinds of policys would been condescendent with the idea of choice public school like last option.
Ilustración de la nota: Un campo de trigo en una tarde de verano, Marc Chagall, 1942.
Mauricio Yennerich