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viernes, marzo 29, 2024
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Dame la 25 y las zapatillas de Juan

La venta de drogas en la ciudad, luego de la caída de los grandes nombres que están en la cárcel o sin una labor visible, se ha sectorizado en el territorio de Esperanza donde al parecer se convive en perfecta armonía.
Hasta volvieron los delibery y los riesgos. Porque no es fácil transportar y entregar drogas en este submundo comercial, para los pibes y pibas que lo hacen, aunque la paga sea importante en números y suele tentar a cualquiera sin trabajo y con ganas de juntarse con plata importante, más si se tienen escasos años y nada de experiencia de las drogas en las calles de la ciudad.
Como sucede en este comercio instalado en la ciudad, en los perfiles de los vendedores están los costos y las drogas existentes para el fin de semana especialmente. Generalmente aparecen en estos perfiles desde los jueves cuando más intensa se hace la venta. Una gran parte de la droga es proporcionada por los mayoristas de la ciudad de Santa Fe.

Las zapatillas
El sábado Juan llegó hasta la villa con la bicicleta a comprar un par de porros. Cometió un error. Fue con las zapatillas nuevas, recién estrenadas.
Cuando salió de comprar la droga, los “pibes” del asentamiento lo estaban esperando. Juancito volvió a su casa, sin drogas, sin bicicleta y sin zapatillas. Tuvo suerte: No le pegaron.

Tiros en la noche
El “Toto” quería drogas. Era la noche y entonces el “pibe” miró el perfil del vendedor de la zona barrial. El menú era interesante y compró un 25. La entrega es a domicilio. El pibe delivery llegó al barrio con el pedido. El “Toto” no tenía una moneda y ni la más mínima intención de pagar la droga.
Le pego el manotazo y se iba para adentro cuando el chico del mandado le anticipó: “Si no la pagás, van a venir por vos”. Y fueron por él.
Los tiros de escopeta que se escucharon en la noche en el barrio, eran el cliente saltando por los techos y los cobradores intentando convencerlo que es mejor pagar lo que consumís, aunque fue de una manera un tanto agresiva.