Argentina tiene entre un 30 y un 35 por ciento de votantes liberales, representados hoy por Juntos por el Cambio. Otro 30 y 35 por ciento de votos peronistas y de pensamiento nacional.
Un diez por ciento de “pasatiempos” políticos como lo es el tal Milei en el ahora y un 20 por ciento que pone y saca presidentes. Clase media argentina.
Ese 20 por ciento que hizo presidente a Mauricio Macri optó por los Fernández, en un voto “huida” de su desastroso gobierno para la gente, no para él y sus cómplices más cercanos nacionales e internacionales.
Es decir, la clase media no dejó de pensar en Cambiemos como opción de gobierno, sino “huir” de Macri.
No “eligió” al porteño Alberto Fernández y a Cristina Fernández como sus candidatos, sino como resultado del voto “huida”.
¿Porqué? Porque pretendieron una vida mejor y un mayor bienestar económico.
¿Y que sucedió en estos dos años? Están peor y algunos, mucho peor. Con un gobierno nacional que ha naturalizado el desastre.
La economía todavía necesita crecer dos puntos más para estar igual que cuando sacaron a Macri del gobierno nacional en 2019, que ya venía con dos años de caída en materia laboral y de salarios.
Salarios atrasados un 20 por ciento respecto de la inflación de forma permanente.
Inflación del 50 por ciento que hace al país inviable.
Alimentos que aumentan brutalmente igual que los impuestos en municipios, provincias y los nacionales.
Restricciones al campo. Un dólar para pocos.
Gente que hace tres años no puede tomar unas vacaciones en familia.
Falta de trabajo especialmente para los jóvenes.
Ineptitud para manejar temas importantes como la educación y la salud.
Jubilados que ganan 23 mil pesos cuando comer les cuesta 50 mil por mes.
Salarios privados caídos pero también los públicos especialmente en sectores muy sensibles como lo son la salud y la educación.
Mucha gente que perdió el trabajo y un país dos años másempobrecido.
Un ejemplo de ahora. En todo el país incluidas las ciudades y localidades de Las Colonias. El primero de setiembre los comerciantes que alquilaban un local por 30 mil pesos, debieron pagar 45 mil, luego de dos años de estar llovidos, mojados, apedreados y trabajando el doble para ganar casi lo mismo.
La gente que alquila, de 10 mil pesos debe pagar ahora 15 mil pesos y dentro de doce meses 23 mil pesos por una casa bien modesta.
Entonces dijo basta y le advirtió al gobierno que va a pasar dentro de dos años si no responde a sus intereses. Porque la economía de su hogar, de su comercio, de su industria, del campo, está “en el aire” y por ende la gente “vive en el aire” con la angustia y las inseguridades que ello provoca.
A esto se suma que en el país siguen ganando fortunas cada año los bancos y los especuladores financieros como en los gobiernos anteriores.
Y como frutilla del postre el revoleo de bombachas y vacunas en Olivos, que no gana ni pierde elecciones, pero que en una situación económica y social como la actual termina por hartar al más paciente.
La sociedad percibe además, que tanto Alberto Fernández como su vicepresidenta Cristina Fernández, están más interesados en solucionar sus propios intereses personales y en su bienestar, que promoviendo y actuando en defensa de los intereses y el bienestar de la gente.
El voto “castigo” demuestra también que la sociedad clase media, no tiene problema alguno en votar a los liberales si los nacionales van a gobernar para ellos, para los mismos de antes, es decir, los ricos y especuladores de siempre, y van a dejarlos afuera del bienestar.
Y la victoria de la oposición en votos demuestra que Juntos por el Cambio, es mucho más que Mauricio Macri y su mala experiencia de gobierno que hasta Mirtha Legrand dijo que fue un completo “!fracaso!”.
Si a todo ello, se muestra una tremenda volatibilidad del voto, donde cualquiera con ser famoso y caerle bien a la gente, teniendo plata para hacer marketing, puede ser senador o diputado nacional, entonces, el gobierno más que corregir para revertir la votación de noviembre, y tener unos diputados más o unos senadores menos, debe ponerse a trabajar para no irse del gobierno en el 2023.
Daniel Frank