17.1 C
Esperanza
martes, abril 16, 2024
InicioActualidadDesesperada búsqueda de un niño en el Cululú

Desesperada búsqueda de un niño en el Cululú

Fue en la tarde del viernes. Un niño de 3 años era buscado de forma desesperada en la zona del río. Lo encontró un joven que estaba en al zona pescando y se sumó a la desesperada búsqueda. Estaba sin ropas.

Ayer por la tarde, en un día de calor, en la zona del Arroyo Cululú, cerca del puente de hierro que une al territorio rural deEsperanza con la zona agreste de la localidad de Cululú, un niño muy pequeño se perdió.

Micaela, su madre, oriunda de la ciudad de  Rafaela, que estaba con su familia disfrutando de la pesca como tantos otros esperancinos y habitantes de la zona, aprovechando que sale mucho pez y la Semana Santa,  se dio cuenta que su niño no estaba, tras buscarlo. Nicolás Esteban de 3 años había desaparecido.

El alerta y la angustia creció y se multiplicó en cada persona que estaba pescando o pasando el rato con amigos o en familia.

Por la fuerza del buen destino en el lugar se encontraba el esperancino y Bombero Zapador de Santa Fe, César Josviack (foto).

Llamó a los Pumas, guardia rural, a la policía de la Unidad Regional XI y a Bomberos Voluntarios.

Las horas pasaban y la noche ya amenazaba con hacerse presente. Los pescadores se metieron en los montes, a pie y en moto mientras bomberos y policías trabajaban en el agua del arroyo, porque el temor era que haya caído a la corriente del río.

Hasta que César B., un pibe de unos 20 años, ex alumno de la Escuela Técnica secundaria Gregoria Matorras, que ama la pesca y que estaba con sus amigos, lo encontró en zona agreste. Solito, callado y sin ropas, aasustado, en medio de la nada. Lo alzó en su moto y con mucho cuidado manejó por el terreno agreste hasta dejarlo en los brazos de su madre.

Las autoridades presentes dispusieron que junto a un familiar lo llevaran en una ambulancia del servicio 107 al hospital donde se realizaron los estudios de rigor.

Mientras tanto, los tres amigos que pescaban, se daban un abrzo y emocionados, sonreían mientras recibían las felicitaciones de los presentes en un marco de alivio y alegría.