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viernes, abril 26, 2024
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El festejo mendocino de “la voz del vino”

Al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, lo llaman “la voz del vino”, por la pelea que dio a favor de la industria durante la última semana.

 Ayer, en un hotel de la calle Bolívar, en un salón colmado se esperaba la presentación del libro El campo y la política a cargo del titular de Coninagro,  Carlos Iannizzoto. Había clima de festejo. En la primera fila se sentaron el presidente de Fecovita, Eduardo Sancho; el ex presidente de la institución Carlos Garetto y el diputado Luis Borsani. De repente una ovación, muchos aplausos y abrazos. “Vos sos el genio y evitaste una 125 del vino”, se escuchó a un productor mendocino que le hablaba al recién llegado, el gobernador Cornejo.

“La negociación fue dura pero los informes técnicos y de salud que presentamos a los ministros Francisco Cabrera y Nicolás Dujovne fueron contundentes para que el presidente Mauricio Macri decidiera sacar el impuesto del proyecto de Reforma Tributaria”, dijo Cornejo y agregó: “Pero lo más importante es que ahora tenemos un presidente que escucha y luego decide”.

 El gobernador mendocino, que compartió esta semana los reclamos con el sanjuanino justicialista Sergio Uñac, mencionó que hubo un error del Gobierno al plantear en la reforma que hay productos “saludables” y “no saludables” e incorporar al vino en esta última categoría.

Los empresarios del sector presentaron un escenario riesgoso para la industria. “Las exportaciones vienen en caída, el gravamen de 10% a los vinos y 17% a espumantes le restaría aún más competitividad y el mercado interno ya mostró una caída significativa en los últimos meses”, manifestaron los productores y bodegueros, que esta vez le mostraron los números de la industria al Gobierno.

“Se puso sobre la mesa el impacto que tiene en una actividad de base agrícola y cómo pegaría en las 230 mil hectáreas de vid que hay en la Argentina”, señaló a este medio un funcionario mendocino. “El efecto era para nuestra provincia como el cierre del ferrocarril en los 90: la actividad le da vida a pueblos, ciudades y departamentos de Cuyo que giran en torno a la vitivinicultura”, agregó y recalcó que el vino influye en el comercio y otros sectores, y estaban en riesgo 80.000 puestos de trabajo y la sustentabilidad de 20.000 productores.

Los empresarios también hablaron de la identidad del vino en el oeste argentino y de la tradición familiar de la actividad. “Una botella lleva también corcho, etiquetas, vidrio y el impuesto se comía el 70% de la rentabilidad de lo que produzco”, explicaba un bodeguero al final de la reunión donde lo que no faltó, gracias al aporte de varias bodegas, fue el vino para un brindis.

En el salón estaba previsto que hablara también el ministro de Economía, Energía e Infraestructura de la provincia, Martín Kerchner, quien debió viajar a su provincia luego de haber explicado a los técnicos del Gobierno por qué no se podía aplicar un impuesto al vino, espumantes y cerveza.