Ya pasó el primer tamiz. Y aunque el recuento de votos no estima ni desestima desde el ámbito oficial los “clasificados” para noviembre, las elecciones pasadas sirvieron para acomodar la grilla de partida.
Quedarían -y el potencial es importante hasta tanto no lo diga la Justicia Electoral- cinco fuerzas para 34 mil votos. Sin especular qué harán los votos de los partidos menores, los blancos, los impugnados, los demás votantes del 31 por ciento que faltaron a la cita con la urna, se debe mirar el trazo grueso de las PASO.
Si se repite la elección hay tres de Juntos por el Cambio que serán concejales: Cristian Cammisi, Andrea Martínez y Guillermo Bonvín, dos radicales y uno del PRO; y uno peronista, Víctor Elena.
Esto desde la democracia de 1983 sólo sucedió en el año 2009 cuando ingresaran tres radicales y entre ellos, la primera vez de concejal de Andrea Martín, por 17 votos, dejando afuera a la tercera fuerza.
Juntos por el Cambio en estas PASO 2021 sacó más de 10 mil votos y el peronismo, casi 6 mil. El tercero que fue la alianza socialista con los demoprogresistas, el Frente Progresista, alcanzó los 1.700 votos.
Los otros dos que quedarían en competencia son el Partido Nuevo y Frente y Familia con algo más de 700 votos, con Graciela “Cheli” Breques y Martín Kemmerer.
¿Qué pasará con este panorama?
Nadie puede saber lo que harán 15 mil votantes. Lo cierto y en primer lugar, es que nada avisa que los que votaron a estas fuerzas dejarán de hacerlo.
Puede pasar que ingresen tres de Juntos por el Cambio y uno por el peronismo. Para que eso no suceda, y siempre especulando que Juntos por el Cambio ganara la elección, el peronismo debiera sumar un par de miles de votos más y entonces ingresarían dos y dos: Cammisi y Martínez, Elena y María Carolina Lisowyj, es decir la segunda de Ranalleta en la lista original que ingresa en su lugar por el cupo femenino. Y a pesar de que algunos sostienen que es una deblace la elección justicialista, ese objetivo de segunda para el Justicialismo está muy cerca.
Para que eso no sea, en el caso que suceda, el tercero, es decir el Frente Progresista con Verónica Geese y Hernán simonutti deben, al menos duplicar sus votos y llegar a los 3.500 tentativamente. Y nadie puede decir que no estén en condiciones de hacerlo.
Las otras dos fuerzas que deben multiplicar por cinco estimativamente. Eso sería milagro, pero es cierto que Dios existe.
Por éso el título de marras. ¿Acaso el pueblo esperancino confirmará el tres a uno, le dará la oportunidad de ser concejal a María Carolina Lisowyj, -es decir Ranalleta- o finalmente dará Geese el batacazo?
La respuesta por ahora son tres.