El descubrimiento fue hecho en uno de los lugares más sagrados para los judíos
Los arqueólogos que descubrieron el lugar lo llamaron “el misterioso teatro perdido de Jerusalén“. Y su estado es (casi) perfecto. Se trata de uno de los mayores hallazgos en la histórica capital del pueblo israelí de los últimos años y que arrojará mayor luz sobre los tesoros ocultos de la urbe.
El teatro se trata de un reducto con capacidad para unas 200 personas y que data del tiempo en que el Imperio Romano regía el destino de la ciudad, descubierto hace unos días y anunciado hoy por la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Las excavaciones comenzaron en el Arco de Wilson (en honor al arqueólogo inglés Charles William Wilson quien lo descubrió en 1864) y luego de observar los hallazgos bajo tierra continuaron con los trabajos que condujeron hasta debajo mismo del Muro de los Lamentos.
Los trabajos fueron conducidos por Joe Uziel, Tehillah Liberman y Avi Solomon. “Desde una perspectiva de la investigación, este es un descubrimiento sensacional. El hallazgo fue una verdadera sorpresa. No imaginamos que esa ventana podría abrirnos al misterio del teatro de Jerusalén“, indicó Uziel al diario Jerusalem Post.
Al parecer, según los primeros estudios realizados por los historiadores y arqueólogos, este teatro -más pequeños que otros encontrados tiempo atrás- habría sido utilizado para conciertos acústicos. “También ha sido conocido como el bouleuterion, donde el concejo de la ciudad se reúna. En este caso, el concejo de la colonia romana de Aelia Capitolina“, explicó Liberman.
Nuevos detalles sobre el fascinante descubrimiento -compuesto por otras ruinas que aún no han sido detalladas por los investigadores- serán expuestos en la Universidad Hebrea de Jerusalén en los próximos días, mientras la ciudad no sale de su asombro por los que sus entrañas tenían escondido.
El hallazgo del “teatro perdido” fue inesperado. Cuando los especialistas comenzaron con las excavaciones no pretendían toparse con este hemiciclo enterrado bajo el lugar más sagrado para el judaísmo. Sin embargo, continuaron con los trabajos y no pudieron creer estar frente a un hallazgo semejante y que permitirá conocer más de la vida en la ciudad más fascinante de Israel.