“Con profunda tristeza informamos el fallecimiento del Padre Raúl Mehring, cmf.
El Padre Mehring tenía 88 años y se encontraba hospitalizado en Buenos Aires tras haber contraído Covid.
Pedimos a toda la familia claretiana a unirse en oración por el eterno descanso del Padre Raúl y también por su familia para que Dios los sostenga en la esperanza” expresa un comunicado de los Misioneros Claretianos San José Del Sur.
El sacerdote es oriundo de Esperanza e integrante de una familia vinculada fuertemente a la Iglesia Católica y a la fe cristiana.
Asimismo, el padre Raúl Mehring, es integrante de una familia de 9 hermanos, uno de los cuales es Gerardo Mehring (f), destacado empresario histórico del sector maderero, puntal de la Cámara de Industriales Madereros de Esperanza- CIMAE- que preside en la actualidad Gustavo Mehring.
Cabe consignar finalmente que Padre Raúl Mehring fue tres veces superior provincial de los claretianos en Buenos Aires.
Mariza Fernández
“Querido Padre Raúl! Dios lo reciba en su gloria! Nos vemos en la Parusía como decía usted con una sonrisa! Tuve el gusto de compartir unos años mientras trabajé en la Biblioteca Villa Claret y era nuestro director… Gracias por su entrega y por su testimonio de fe en el seguimiento de Cristo! Ruegue por nosotros que quedamos tristes por su partida! Descanse en paz!”.
Konrad Pucher
“Raúl, quienes tuvimos la gracia de tratarte y conocerte, muchas gracias por tu vida fraterna entregada al servicio misionero del Reino.
Hay mucho por agradecer, toda palabra se torna escasa. Descansa en paz hermano querido y compañero de camino, allí donde el Reino ha llegado a ser Presencia Jubilosa y Eterna, del que has sido testigo valiente y fiel”.
Mario Bussolo
“Un padre, maestro de novicios en Chascomús, testimonio de presencia fraterna y espiritual, cercano a la Palabra de Dios, sabio y acompañante de misioneros y de misioneras en el camino de la vida al servicio del reinado de Dios. Su memoria nos mantendrá alentados en la misión”.
Elsa Ana María Morandin
“¡Ya estás con Dios! ¡Acrecienta nuestra Fe y nuestras Fuerzas para seguir, sobre todo a tus hermanos!
Guardo en mi corazón tus deseos para conmigo en tu última visita a Esperanza.
Tus manos amorosas en las mías. Un abrazo y un beso tan significativos.
¡Fuiste y serás siempre gran orgullo para nuestra familia!”.
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