El mundo de los albañiles es muy duro. En el frío del invierno o en los terribles calores del verano. Más si el trabajo es a la intemperie. Es el oficio de cientos de esperancinos que están afectados a la construcción desde el cuentapropismo, trabajando para un patrón o en una empresa. Han vuelto al ruedo del trabajo y con ello, cambió el ánimo en casa también.
“Estamos contentos de volver a trabajar. Ahora hay que pegarle duro porque tenemos los trabajos muy atrasados” dice el trabajador de la construcción en una de las veredas de las cientos de calles de Esperanza.
El calor de la siesta opaca un poco el frío que ya se da al caer de la tarde en este otoño que ya se va y que anuncia un invierno frío.
“Fueron dos meses muy duros, para algunas familias de la construcción terribles y una experiencia jamás vivida. Estar en tu casa, sin nada que hacer, sabiendo que no podés trabajar, y viendo las necesidades que pasa tu familia, tus hijos, es muy triste. Te da mucha impotencia y hasta ganas de llorar. Volver a trabajar es un poco como volver a vivir.
Nosotros vivimos con lo que habíamos cobrado, un anticipo por el trabajo, pero a mitad de la cuarentena, por más que vos estirabas la plata, se terminó de acabar y comienza entonces en ese instante tu desesperación” cuenta al cronista de El Colono del Oeste, mientras avanza la vereda que están construyendo en la siesta esperancina, en uno de los barrios céntricos de la ciudad, cercano al Colegio San José y el Colegio de Nuestra Señora del Huerto.
“Cuando se nos terminó el dinero, no sabíamos qué hacer. Así es que hablamos con la dueña de la casa y la señora nos terminó de pagar toda la obra. Un acto de generosidad y de confianza que realmente es para valorar, y se lo agradecemos de corazón en nombre nuestro y de nuestras familias.
Así que con ese dinero, repartido, y alguna que otra entrada de billetes, pudimos soportar este momento tan difícil”, relata el entrevistado.
“Ahora hay que darle duro al trabajo, porque hay que pagar la olla y avanzar en los trabajos que tenemos que hacer, sin saber muy bien que va a pasar, porque esta pandemia nos hizo más pobres a casi todos. Sin dudas que volver a trabajar es un gran alivio, y ojalá todo sea para bien lo que viene, aunque sabemos que no va a ser fácil” dijo el trabajador de la construcción de nuestra ciudad.