Gustavo Santaolalla desgrana historias: quería ser sacerdote, pero un regalo de Reyes –una guitarra- torció su destino y lo convirtió en el productor musical con más éxito de la historia argentina.
Casi 50 años de carrera dejan, ante todo, mil anécdotas, además de mucho humor para compartir. Por eso, más de 300 invitados Select -reunidos en el hotel Holiday Inn de Córdoba– siguen el relato íntimo sin perder palabra. Santaolalla cautivó a los invitados con anécdotas de sus tiempos de productor.
Molotov, Café Tacuba, Julieta Venegas, Juanes: todos ellos protagonizaron historias que Santaolalla produjo musicalmente. Risas, preguntas, más risas. Y, siempre, las respuestas abiertas de este compositor y músico
que ya ganó dos premios Oscar: el primero por Brokeback Mountain (“Secreto en la Montaña”) y el segundo, por Babel. Y aunque cuenta con 17 premios Grammy en su haber, no olvida sus inicios en el Palomar y lo que verdaderamente cuenta, la familia.Además, reconoce que siempre es lo mismo lo que lo mueve: atravesar nuevos desafíos.
Fue un encuentro único, que sumó anécdotas de un grande de la música, algunos temas musicales y complicidad y admiración de un público formado por clientes Select de Santander Río, que ovacionaron de pie a este grande de la música argentina.
Más allá de la pantalla grande
La búsqueda de de desafíos también llevó a Gustavo Santaolalla a incursionar en nuevos géneros y formatos en distintas etapas de su carrera. Es que, después de conquistar Hollywood con sus bandas sonoras, en 2013 dio un giro inesperado y se lanzó a componer la música de un videojuego llamado “The Last of Us“, que también fue nombrado como “Juego del Año” por distintas publicaciones especializadas y le valió al compositor un premio DICE.
Como si de una película se tratara, el exitoso videojuego tendrá el próximo año una segunda parte con una nueva historia, ambientaciones y personajes. La música, por su parte, seguirá a cargo del maestro.