Jorge Alberto Romero, alias “El Tío”, es un joven de 29 años, y fue uno de los cinco presos del pabellón 23 del penal de Piñero en el sur santafesino, que sufrió graves quemaduras y con el 80% de su cuerpo herido por el fuego agonizó en el Hospital de Emergencias de Rosario. Pero sobrevivió a ese ataque de los carcelarios. Romero es un preso reincidente de ataques sexuales. Es oriundo de Rafaela pero afincado en la ciudad de Recreo.
Romero el 13 de julio de 2013, entró a una panadería de Monseñor Zaspe y Saavedra en Santa Fe y asaltó a la empleada e intentó violarla. Mientras lo hacía le dijo que no se resistiera, que él estaba enfermo y que se entregaría luego a la policía. Pero esa ataque fue interrumpido por un cliente. Fue detenido, procesado y condenado a seis años de prisión. Hasta que recuperó su libertad y tres meses después, en Recreo se subió a un colectivo rumbo a Esperanza con el mismo deseo criminal.
El viernes 8 de noviembre de 2019, Gabriela Degiorgio, de 27 años perdió la vida a manos del criminal.
Al azar eligió el negocio de la esquina de calle Rivadavia y Lehmann, pleno centro, atendido por Degiorgio, una joven mujer y madre natural de la localidad convecina de Franck. Allí entró para robarle, abusó sexualmente de ella y en medio de la resistencia feroz planteada por la víctima, la golpeó hasta matarla.
Era un viernes, a las 20, ella ya cerraba y se iba a la Escuela Jorge Newbery del Barrio Ciclar donde sus hijos y esposo la esperaron en vano para compartir una fiesta escolar hasta que fueron a buscarla para saber que pasada y se encontraron con esa escena desgarradora.
Romero fue imputado por el Fiscal esperancino, doctor Alejandro Benítez por los delitos de homicidio para ocultar otros delitos como el de robo y abuso sexual con acceso carnal mediando violencia de género.
Por estas horas se firmó el acuerdo consensuado entre las partes para que reciba Cadena Perpetua. En última instancia Pablo Busaniche, Pablo Ruiz Staiger y Gustavo Urdiales, los jueces de la causa admitieron la juicio abreviado para que quede por lo menos 25 años en la prisión, de la cual saldrá a los 54 años.
La muerte de Gabriela, aún cuando el dolor perdura, no fue en vano. Hoy las comerciantes mujeres esperancinas tienen un sistema de defensa con botón antipánico promovido por el Centro de Industria y Comercio al que pueden sumarse las mujeres interesadas.
Daniel Frank