A las 17 en punto, cuando la furia de la tormenta llegaba a los 100 milímetros de lluvia en esta desapacible jornada de sábado en Esperanza, salía la caravana de pañuelos celestes desde la imagen de la Madre que preside a la Plaza San Martín en el centro de la ciudad.
Decenas de cuadras de rodados y hasta algunas motos con banderas y globos celestes y blancos, desafiaron al vendaval de agua que se abatía sobre la urbe y los campos de Esperanza.
Durante esta tarde la caravana de la vida pasó por todos los barrios, donde en puntos ya programados se siguieron sumando los rodados hasta volver al punto de partida cn miles de esperancinos celebrando la vida.
Como dijimos, si hay algo extemporáneo, inoportuno e innecesario de hacer era mandar con tratamiento preferencial un proyecto de aborto al Congreso de la Nación, en medio de un país hambreado y que se prende fuego a cada rato ante miles de urgencias y en medio de la peor pandemia mundial. Este proyecto divide a los argentinos en el peor momento de la historia cuando más se necesita la unidad para enfrentar el Covid.
Precisamente éso hizo el presidente de la nación Alberto Fernández, con la excusa de dar una respuesta de salud, como si dar vida fuera una enfermedad a la que hay que combatir en estos momentos.