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miércoles, abril 17, 2024
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La gestión provincial en su laberinto

Mauricio Yennerich.-

En su primera conferencia de prensa en Casa de Gobierno, el ministro de seguridad Marcelo Saín, planteó modificaciones en la jerarquía policial, cambios en la Carta Orgánica de la fuerza  y la creación de un observatorio de seguridad pública, entre otras medidas.

Asimismo, expresó que se deberá llegar a los barrios con infraestructura, desarrollo social, urbanismo y con el Ministerio de Trabajo y agregó: “hay experiencias internacionales que conocemos al detalle, incluso en EE.UU., que yo pude ver y estudiar en EE.UU., otras en Colombia. Vamos a hacer propias esas experiencias”.

Mencionó, además, que tendrá un diálogo estratégico con la ministra de seguridad de la nación, Sabrina Frederic, a quien conoce por el trabajo de ambos en la Universidad de Quilmes.

 

¿De qué EE.UU. estamos hablando? 

Se habrá de analizar, brevemente, en esta nota, la cuestión de tomar a EE.UU. como referencia en materia de seguridad y la idea de hacer propias las experiencias ajenas, ambas expresadas por el señor ministro.

Primeramente, si hay un aspecto de la política de EE.UU. controversial es, justamente, el tema Seguridad. El ministro Saín tendrá oportunidad de explayarse en torno a su afirmación, precisando qué experiencias específicas fueron las que él pudo ver y estudiar en EE.UU., mientras no lo haga, corresponde indicar una advertencia: junto a los países del escenario central europeo, especialmente Francia y Alemania, EE.UU. viene siendo considerado por la sociología urbana como un Estado carcelario. Es decir, un Estado que afronta el problema de la conflictividad social por medio de la reclusión.

Además, en estos contextos, en “los barrios” de estos países, existe una aguda segregación socio-espacial, estudiada en profundidad en el caso de las Villas de Buenos Aires. Segregación socio-espacial significa que nacer en determinado lugar de la ciudad, implica portar un estigma que refuerza las desigualdades, limitando las oportunidades de empleo, a quienes en ellos nacen o residen.

En Esperanza el caso de “La Orilla” es emblemático.

Desde una posición alternativa a esa línea, Mariano Granato, secretario de Integración y Economía Social de la Municipalidad de Santa Fe, viene trabajando activamente con el programa “Nueva Oportunidad”.

Asimismo, el Parlamento santafesino aprobó recientemente, la incorporación del “Plan Abre” a la agenda estatal, otro programa concebido durante la gestión del Frente Progresista para abordar integralmente diferentes problemáticas sociales; desempleo, consumos problemáticos, violencias, desarticulación familiar y deserción escolar. Este último fue atacado por un específico: el “Vuelvo a estudiar”, con resultados muy positivos.

En segundo lugar, la noción misma de “hacer propias experiencias ajenas” es cuestionable. Es conocida la afinidad que tiene el gobernador Omar Perotti, por buscar casos exitosos y aplicarlos. Lo hizo con la experiencia itálica nordestina, tipificada como “distritos industriales”, cuando era intendente de Rafaela.

Ya hemos argumentado extensamente, en otras notas, que, lejos de mitigar las desigualdades socio-territoriales, este tipo de iniciativas las recrean. En buen romance, lejos de solucionar el problema, lo agrava.

 

La FED

Finalmente, si hay algo que merece imitarse de EE.UU. creemos que es su Sistema de la Reserva Federal, conocido como FED, que dota al sistema financiero de autonomía y capilaridad territorial, pues tiene mecanismos de elección de autoridades que lo mantiene a resguardo de la arbitrariedad del presidente y además, están representados en él, todos los sectores de la economía. No obstante, para desarrollar este tipo-ideal de iniciativas se necesitan instituciones estatales fuertes y una política monetaria robusta y activa.

La carencia de una banca provincial complicaría la tarea estratégica que supone la implementación de un sistema similar. Y el gobernador no lo desconoce, pues fue quien coordinó la privatización del Banco Provincial de Santa Fe, presidiendo el directorio del mismo y participando de la Comisión que avalaba los procesos de “saneamiento” que condujeron a su liquidación.

En definitiva, la creación de empleo, proceso que le da estructura a la sociedad y le permite al Estado disciplinarla, mediando, sin necesidad de apelar a castigos atroces como la reclusión, por un lado y una política Industrial nacionalmente coordinada, que es la vía considerada viable para que nuestro país abandone su posición periférica y vaya generando condiciones de bienestar para la mayoría, sigue ausente, no tanto en el relato, sino en los hechos.

Tal como leemos en Eclesiastés: “Por sus hechos los conoceréis”.

(Foto: Gentileza Gobierno de la Provincia de Santa Fe)