25.5 C
Esperanza
sábado, abril 20, 2024
InicioActualidadLa patria y sus héroes merecen una oración de conciencia y gratitud

La patria y sus héroes merecen una oración de conciencia y gratitud

Hoy son héroes amados. Pero, cómo los trataron los argentinos y los poderosos en vida. La historia de San Martín, los Granaderos a Caballo y de Manuel Belgrano nos revelan verdades escondidas de nombres, dinero, poder y patria que políticamente siguen más vigentes que nunca.

 

El General San Martín dijo una vez: “Los ricos y los terratenientes se niegan a luchar, no quieren mandar a sus hijos a la batalla, me dicen que enviaran tres sirvientes por cada hijo para no tener que pagar las multas, dicen que a ellos no les importa seguir siendo colonia. Sus hijos quedan en sus casas gordos y cómodos. Un día se sabrá que esta Patria fue liberada por los pobres, y los hijos de los pobres, nuestros indios y los negros, que ya no volverán a ser esclavos”.

San Martín volvió al país con el acuerdo tácito de las provincias, menos Buenos Aires y su ciudad, para ser presidente de los argentinos y porque su joven esposa, irremediablemente, se moría por una enfermedad terminal.

Bernardino Rivadavia, que representaba el interés de los estancieros y grandes comerciantes porteños, a quien Belgrano y San Martín echaron de la Primera Junta, lo mandó detener para mandarlo a la cárcel acusándolo de delincuente en los diarios más importantes de Buenos Aires.

El General San Martín no pudo entrar a la provincia de Buenos Aires para estar junto a su esposa, que murió escasos días después sin ver a su esposo.

Finalmente, el General se fue a vivir y morir en el exilio de Francia, junto a su hija.

Rivadavia- a quien la historia lo recuerda como un verdadero malviviente internacional- fue presidente argentino por un engaño de los mercaderes y estancieros de Buenos Aires- a quienes representaba en el cuidado de sus intereses- en contra de la voluntad de las provincias.

Mañana, domingo 20 de junio, se recuerda con todos sus honores a Manuel Belgrano, el otro gran padre de la patria y de la historia argentina y latinoamericana,  con un papel protagónico en la independencia de su “patria grande”, Latinoamérica, y quien con San Martín, fueron y son referencia mundial de los procesos de descolonización y de independencia, de entonces y en lo actual.

Manuel Belgrano, tras la guerra de la independencia murió solo, pobrísimo y olvidado en Buenos Aires. Ninguno de los diarios sacó siquiera un obituario. Fue velado por su amigo y sacerdote jesuita el 20 de junio de 1820.

El Despertador Teofilantrópico- un periódico católico muy pequeño- fue el único periódico que se ocupó de la muerte de Belgrano con un pequeñísimo recorte. Para los porteños, bonaerenses y argentinos no fue noticia y nadie siquiera se enteraron. El lunes 19 se despidió de su hermana Juana. Falleció el martes 20 de junio a las 7 de la mañana. El 3 de ese mes había cumplido 50 años.

Durante el gobierno de Bartolomé Mitre, sus ministros se repartieron sus dientes como trofeo y burla, y guardaron uno para Mitre para que lo enchapara en oro, cuando exhumaron su cadáver para trasladarlo. Finalmente y tras un enorme escándalo que hicieron los jesuitas, los dientes fueron devueltos al cadáver.

Cuando regresaron los Granaderos a Caballo de la guerra del Alto Perú, con sus uniformes andrajosos, el ya presidente del país, Bernardino Rivadavia los deshizo como agrupación, siendo abandonados a su suerte. Ni siquiera supimos sus nombres.

Cinco años después de la muerte de Bernardino Rivadavia (1945) falleció San Martín (1950) y posteriormente fue traído a la Argentina.

Sólo quedaban vivos 7 viejos granaderos, quienes sin ponerse siquiera de acuerdo, increíblemente fueron hasta su tumba vestidos con los andrajos que quedaban de sus uniformes y no se separaron ya nunca jamás de su tumba.

El General Julio Argentino Roca, entonces presidente, los volvió a formar oficialmente y por éso son siete los granaderos actuales que hacen guardia.

Desde entonces cada mañana puede verse a un grupo de 7 granaderos marchar desde la casa de gobierno a la catedral de Buenos Aires, donde dos de ellos quedan montando guardia a la entrada del mausoleo del General San Martin.

No siempre San Martín, Belgrano y los 70 Granaderos a Caballo fueron héroes de la patria.

Daniel Frank