La fotografía los identifica a todos. A los miles de estudiantes de Esperanza. El segundo año de la Escuela de Educación Técnico Profesional Nº 455 “José de San Martín” hizo atronar trompetas y tambores en Plaza San Martín, principal paseo de la ciudad.
Pintados, con banderas, con elementos fabricados con ellos para el festejo, los chicos y las chicas del segundo año se hicieron sentir y le dijeron a la ciudad que estaban felices.
Se abrazaban como desde hace dos años no podían hacerlo, se alentaban a cantar los cánticos inventados por ellos, como si fueran himnos que mostraban su felicidad luego del doloroso encierro.
Al aire libre cantaban la libertad, cerca de todos los tonos de verde de la plaza y la fuente de agua, del monumento al Padre de la Patria, por entre las glorietas y sus voces, pitos y matracas se escapaban hasta ser atrapados por los oídos del viento.
Tercero los espera en marzo del ciclo lectivo 2022. Y tienen, un poquito de miedo por lo que vaya a pasar, como toda la sociedad. El virus no se ha ido, está agazapado.
Pero a ellos hoy no les importa. Son libres, vienen de dos años crudos, incluso el primero sin siquiera conocerse entre ellos porque son los chicos del inicio de las clases virtuales en primer año en el 2020.
Por eso están felices. Cantan juntos y se abrazan llenos de alegría. Y hacen bien.