Si usted busca en las redes sociales o en una guía, verá y leerá “Casa Engler Distribuidora de bebidas de consumo masivo en Esperanza y zona. Distribuidor exclusivo de Coca Cola, Cervecería Santa Fe”. Pero apenas se asoma a la historia de los Engler, experimentará en carne y hueso el espíritu pionero en todos sus valores extraordinarios, que ha edificado a Esperanza.
Víctor Hugo Engler, es el pibe que salía de la escuela, llegaba a casa, se sacaba el guardapolvo, guardaba los útiles y le preguntaba a su madre Noris Pianetti o a su papá Telmo Jorge Engler.
– “¿Qué hay que hacer?”.
Con sus hermanas Adriana y Nadia son parte de una familia que supo que la educación, el trabajo y la fe son los pilares de una construcción económica, social y cultural bien esperancina.
Víctor Hugo comparte la charla con su esposa Marcela Aquino, que tanto tuvo que ver con la construcción de un equipo de profesionales y educadores, para la inclusión de alumnos con discapacidad en el Colegio San José, lo cual la define como docente y persona.
Sus hijos, están trabajando. Mauricio -gerente, Licenciado en Administración de Empresa, reconocido tenista que se volvió de los Estados Unidos para ponerle el hombro a su padre y a su familia-; y Martín -responsable del acopio y distribución- están en la empresa trabajando mientras que el abogado, Ignacio, lo hace en la afamada Escribanía Cursack.
Un poco de historia
Telmo Jorge Engler, si algo quería, era progresar para hacer una vida fructuosa y asegurarle a sus seres queridos un presente y un futuro.
Telmo Engler era socio de la Gomería Butarelli, que hizo historia en la ciudad y existe aún en calle Pueyrredón, frente a la Comisaría Primera y a unos 50 metros de la sede de El Colono del Oeste.
Un día, un 1ro de setiembre hace 40 años, tiene el sueño de tener su propia empresa y comienza humildemente con el reparto de vino y jugo.
El vino era Predilecto, en damajuana y el jugo Yico Fin -hoy la empresa que fabrica Frutafiel- y dos años después deja su sociedad con los Butarelli.
En calle Mitre 2670, con un empleado, lucha toda la familia, sin descanso, de lunes a domingo y a puro yugo levantan la empresa.
En el año 1989 viene el auge y la buena. Cervecería Santa Fe y Coca Cola le dicen a Telmo Engler que le dan la venta, pero hay un secreto , tiene que dejar todas las marcas porque quieren exclusividad.
La familia lo debate y se juega en pleno.
El lunes y el viernes son iguales que el domingo. No hay descanso. Todos trabajan. Con Coca Cola y Cerveza Santa Fe estaba la compañía de la cerveza San Carlos, que ya no vive más.
El sistema cambia, siempre como mayorista. Hay que poner más empleados con la preventa. Hay que sumar vendedores en la calle, y la entrega de sus distribuidores en comedores, bares, restaurantes, despensas y demás comercios de Esperanza.
Se suda duro para asumir el riesgo empresario. Y se transpira más que en cualquier país, porque en el medio hay inflaciones, hiperinflaciones, devaluaciones, impuestazos, y demás acosos económicos que hacen que el Diablo no venga a la Argentina, porque ni falta le hace.
Invertir en su ciudad y en su provincia, duplicar empleados para generar bienestar en la familia de los que trabajan con pronta entrega en toda la ciudad y algo del departamento Las Colonias.
Pasito a paso como han enseñado los abuelos.
Casa Engler atiende en la ciudad donde más cerveza se toma percápita de la República Argentina, algo así como que me falte la vida pero jamás la cerveza.
Inversiones en depósitos, en departamentos, en rodados, todo es millonario, todo es jugarse por crecer y generar trabajo, porque ya son 20 los empleados que sostienen a sus familias laborando en Casa Engler y son decenas las marcas como Schneider, Heineken, Imperial, Müller, Amstel, Grobsch, KunstmannSol, Blue Moon, Isenbeck Santa Fe, Salta, Real, Palermo, Córdoba, Sidra La Victoria, Sidra 1888, vinos El Abuelo, pisco Mistral, Premiun, vinos La Celia, Graffigna, Bodegas Colón y Santa Silvia, son algunos de sus productos.
¿Soñaba papá Telmo con ser un día la mejor empresa del país? Pues eso fue lo que sucedió cuando en la convención del año 2018 donde estaban todos los distribuidores del país en un exclusivo hotel de Bariloche, en la provincia de Río Negro, se le entregó el primer premio a la mejor empresa distribuidora de la Argentina.
Este año, la convención iba a hacerse en Río de Janeiro, Brasil, pero un virus venido de China, lo impidió. Un argumento de ciencia ficción pero real.
Más que una empresa. Infinitamente más. Los Engler, representan los valores que tiene la familia esperancina y que son estoicamente sostenidos a través del tiempo casi un siglo y medio después.
Queda en el medio de la historia, la partida al cielo de mamá Noris, con toda su vida de amor y de enseñanza.
Hoy, todo ha cambiado, con sus hijos al frente llegó internet, las redes sociales, Instagram, Facebook, whatsapp, las comunicaciones, pero para todos los empresarios que ofrecen bebidas a sus clientes en sus comercios, los Engler siguen siendo seguridad y pronta entrega.
Hoy, los domingos, son de la familia, así para ellos como para sus empleados. Pero siguen con las nuevas inversiones poniéndole el hombro a la ciudad y mejorando la actividad empresaria y laboral.
El deporte
y las instituciones
Queda un aparte en la historia. Es que los Engler además tienen una larga trayectoria en el mundo del deporte y las instituciones esperancinas, en la actividad cumplida por Víctor Hugo en la Liga Esperancina de Fútbol y más actual en la tarea de presidir y llevar adelante el Lawnn Tenis Club de Esperanza, que además cumple una intensa acción social en Esperanza.
Detrás de cada cerveza, botella de vino, sidra, pisco; en cada pronta entrega de Casa Engler, hay una enorme historia y enseñanza de vida, florecida, con la misma belleza y potencia de los jacarandáes de la Plaza San Martín. Porque ésto es y nunca debe dejar de ser Esperanza.