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jueves, abril 18, 2024
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Objetivar la situación de las pequeñas y medianas empresas

“En estas últimas semanas, estuve en contacto con decenas y decenas de empresarios de múltiples actividades; algunos tienen más ingresos que antes, otros no tienen ingresos, otros tienen ingresos pero saben que van a estar afectados por mora e incobrabilidad, otros, dentro de una cadena de valor, siendo proveedores de grandes empresas, están decidiendo dejar de pagar, por medio de las prórrogas que ha establecido el Banco Central, otros no tienen posibilidad de abrir y atender al público, otros tuvieron que adaptarse a la venta on-line y a la entrega por cadetes. El panorama es totalmente diferente en los grandes conglomerados urbanos que en las pequeñas ciudades o en las ciudades industriales, es decir, no hay una sola receta, cada empresa, cada sector, cada actividad va a tener que hacer su propio diagnóstico”. Así lo expresó Oscar Navós, consultor especializado en Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes). Y agregó: “incluso en un mismo sector o actividad habrá empresas que no van a poder seguir adelante y otras que están lo más bien y se van a quedar con parte del mercado de las que no han podido resistir. Avanzarán las que pidan ayuda a sus colaboradores, a sus asesores, a sus consultores, de todo tipo: abogados, contadores, economistas, couchs, psicólogos. A eso nos referimos cuando hablamos de inteligencia en las decisiones, es una mezcla de disciplinas, ya no alcanza sólo la administración, la experiencia: hay que aplicar mecanismos nuevos, nuevas tecnologías y tener una frialdad a prueba de balas para tomar decisiones”.

 

Complejidad y crisis

El ex rector de la Escuela Argentina de Negocios y actual director de la carrera de Contador Público de la mencionada institución en la ciudad de Rosario, ha ofrecido una charla práctica que, según sus palabras, “trata de ser una hoja de ruta para las Pymes a los efectos de ayudarlas a diagnosticarse adecuadamente”, en este contexto de “complejidad y crisis”.

Lo primero que, según el catedrático, debe hacer el empresario Pyme es “identificar un contexto, tratar de delinearlo para poder tomar decisiones y diagnosticar adecuadamente a su empresa”, para, en una segunda etapa “intentar imaginar escenarios de su propio sector o actividad, para llegar a la empresa”. En una primera clasificación, el contador Navós ha indicado que estos escenarios se pueden clasificar del siguiente modo: “un escenario grave donde mis ingresos desaparecieron en su totalidad, no tengo liquidez, mi ecuación financiera de créditos y deudas es delicada, requiere tomar un tipo de decisiones, ese sería un escenario; el otro lo podemos llamar preocupante, donde mis ingresos siguen existiendo, pero me permitirían afrontar los gastos por un tiempo acotado y mis ingresos se ven afectados por mora, incluso por incobrabilidad; en tercer lugar –agregó el experto- podemos hablar de panoramas alentadores, referidos a ingresos que no han bajado mucho o no bajarán, con ingresos suficientes para atender gastos, y una ecuación de créditos y deudas positiva”.

En función de esos tres escenarios, el especialista ha formulado una serie de preguntas que El Colono del Oeste quiere compartir para ayudarlos a orientarse, a “diseñar una hoja de ruta para el pequeño y mediano empresariado”, sabiendo que “cada Pyme es un mundo”.

 

Liquidez

¿Tiene mi empresa dinero suficiente para afrontar sus gastos inmediatos?; ¿y por cuánto tiempo? Esta primera etapa de la cuarentena, ¿ya afectó mi capital de trabajo?; ¿tengo una adecuada clasificación de gastos fijos y variables?; ¿cuánta plata tengo en la calle? -que me deben-; ¿y cuánto debo yo? Y lo que me deben, ¿es cobrable? Y de los cobrables, ¿cuánto puedo cobrar efectivamente?

Observar objetivamente la situación de liquidez habrá de permitir al empresario saber en qué situación está y si puede hacer otro tipo de análisis de proyectos. En relación a la cuestión financiera, el profesor Navós manifestó que “la siguiente pregunta se la hacen muchos empresarios: ¿me convendrá tomar créditos a tasas blandas o no?”, e indicó que “la respuesta es de cada una de las empresas. Dependerá de la capacidad de re-pago proyectada, para ese este tipo de diagnósticos, para permitir descubrir  respuestas a ese interrogante, porque para algunos, tomar esos créditos puede ser una complicación adicional”, expresó. En síntesis, la cuestión de la liquidez habrá de implicar consideraciones acerca de si se van a suspender pagos, cuáles y cuándo.

 

Ventas

En relación a los efectos de la actual crisis sanitaria desatada por la pandemia de Covid-19, sobre el volumen de ventas, se han propuesto interrogantes adicionales, a saber: ¿Me van a seguir comprando?, ¿voy a tener más moras y más incobrabilidad? O, como ha sucedido en muchas empresas, ¿podré, de forma inmediata, incrementar mis ventas a través de mecanismos que no usé hasta ahora: marketing digital, e-commerce, tercerización, telemarketing?, ¿mi clientela actual cambiará sus hábitos de consumo?, ¿tengo posibilidades de encontrar nuevos mercados?

 

Cambio de hábitos en la crisis y nuevas tecnologías

Otra batería de interrogantes elaborados por Navós, apunta a los cambios en las costumbres que se esperan encontrar tras la mencionada crisis. Entre ellos, importa encontrar respuesta a cuestiones tales como: ¿Se modificará la forma de vender y de comprar a partir de esta crisis?, ¿y la forma de cobrar y de pagar?, ¿mi empresa aumentará sus ventas en el período en el que pase la cuarentena?, ¿se consolidarán formas virtuales de venta, comunicación y aprendizaje?; entonces ¿podré aplicar las nuevas tecnologías en todos mis procesos de trabajo? Los miembros de mi empresa ¿están en adecuadas condiciones de adaptarse a esas necesidades de uso de nuevas tecnologías?, ¿estoy en condiciones de realizar una inversión en tecnología en mi empresa?

 

La competencia

Con respecto a la incidencia de la competencia, el experto ha informado que, generalmente, las Pymes están acostumbradas a trabajar por inercia, por fuerza de la costumbre, de lo cotidiano. No obstante, ha planteado que “deben pensar estratégicamente”.

Dentro de lo estratégico, para el académico, “está re-pensar la competencia y cuál es el panorama de mi sector o actividad y de mi ámbito geográfico, si aparecerán nuevas oportunidades por la salida del mercado de algún competidor, si la empresa, a diferencia de otros tiempos, puede generar alianzas con esas empresas y principalmente también estar atentos a la aparición de nuevos competidores, sobre todo los que tengan mejor tecnología, gerenciamiento y prefieran asumir mayores riesgos que yo y una mejor situación financiera. Todos estos aspectos modifican las condiciones de la competencia”.

 

Recursos humanos y liderazgo

“Sobre este tema, a través de mi labor como consultor –ha indicado Navós-, en los últimos días entré en contacto con muchos empresarios. Las preguntas son muchas: ¿cambié mi forma de trabajar con mi gente, mi forma de tomar decisiones, generando ámbitos de reflexión para decisiones más consensuadas?, ¿conozco a mis colaboradores?, ¿los contuve?; y, desde el otro lado del mostrador, ¿con quién conté realmente en esta etapa de crisis?, ¿quiénes me ayudaron a ponerme la empresa al hombro, adaptar mis procesos y mis servicios?, ¿pude fortalecer la capacidad de adaptación de mi gente?, ¿están preparados mis colaboradores para las nuevas prácticas comerciales y de comunicación que esta crisis trajo aparejadas? O, por el contrario, ¿aparecieron nuevos requerimientos en esta nueva etapa?, ¿qué nuevos recursos se desarrollaron?, ¿los pude comprometer en esta nueva etapa?, ¿los pude motivar? Jefes, dueños, gerentes ¿tuvieron que adaptar el liderazgo? Son cuestiones fundamentales para tener recursos humanos cohesionados.

 

Empresas en marcha o en liquidación, ésa es la cuestión

Objetivamente, la pregunta central es: ¿se van a tomar decisiones como una empresa en marcha o en liquidación? Para esta segunda clasificación, aclaró el especialista, “todos los parámetros deberían dar negativo, la situación debería ser grave, la del sector también”. En ese sentido, la crisis actúa como un acelerador de procesos de transformación ineludibles en todos los aspectos de la empresa. “La crisis nos puso ante esa alternativa de hierro, tengo que adoptar nuevos procesos digitales, cambiar la forma de encarar decisiones, ser más estratégico, adaptar recursos humanos, adaptar tecnología y por supuesto, en el corto plazo, generar liquidez que me permita ganar tiempo”.

Asimismo, el empresario deberá resolver el dilema sobre si va a mezclar su patrimonio familiar con la empresa. “Si lo pondrá en riesgo para insuflarle dinero, para darle la liquidez que le está faltando. Eso, sólo lo puede resolver cada empresario” aseveró el miembro de la Escuela Argentina de Negocios, y agregó que “dependerá de su historia, de sus aspectos familiares, entre otras cuestiones”. Otro dilema que opone la crisis “solamente lo puede comprender el que pasó por esa circunstancia -advirtió-; es que ante un panorama grave y delicado, hacerse la pregunta ¿cuándo se tomará la decisión de no pagar?, ¿qué conceptos no se han de pagar?, ¿qué compromisos no se van a asumir?, acá no hay juicio de valor, acá depende de la situación de cada empresario, son decisiones personalísimas del decisor empresario. Por eso intentamos objetivar la situación de las empresas para que puedan ampliar el horizonte, para tener más alternativas y tener tiempo de equivocarse menos”, concluyó.

Mauricio Yennerich

 

En la foto, Oscar Telmo Navós, para pensar objetivamente la situación de la Pymes, ha planteado una charla práctica -“Pymes ¿Y ahora qué?”- en la que considera que cada “Pyme es un mundo” y que la crisis sanitaria parece haber desencadenado y acelerado procesos de transformación ineludibles para el sector.