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viernes, octubre 4, 2024
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Recordamos la vida de Fernando Paillet, reconocido fotógrafo a nivel nacional

19 de septiembre “Día del Fotógrafo”

Recordamos la vida de Fernando Paillet, reconocido fotógrafo a nivel nacional

Fernando Paillet nació en 1880 en Esperanza y es una figura muy querida en la historia de la fotografía argentina. Creció en una familia de inmigrantes suizos y belgas. A lo largo de su vida, dedicó su tiempo a capturar la esencia de su pueblo, inmortalizando su vida cotidiana, sus costumbres y sus paisajes. Su trabajo no solo lo convirtió en el fotógrafo más destacado de Esperanza, sino que también dejó un legado invaluable que refleja la riqueza de su comunidad.

Fernando Paillet nació en 1880 en nuestra ciudad, primera colonia agrícola del país que se destacaba por su dinamismo. Era hijo de Clotilde Insinger, descendiente de los fundadores de la colonia, e Isidore Paillet, un belga que trabajaba como profesor de piano y canto.

Desde muy joven, en 1898, Paillet comenzó a trabajar como aprendiz de fotógrafo en el Estudio Lutser, el más importante de la ciudad de Santa Fe. A lo largo de su vida, no solo se destacó como fotógrafo, sino también como pintor y músico. A comienzos del siglo XX, se estableció en Esperanza como fotógrafo y mantuvo esta profesión hasta 1950.

Con el tiempo, se convirtió en el fotógrafo más conocido y destacado de Esperanza, una posición que conservó durante más de veinte años. Su mayor ambición fue documentar la vida, las costumbres y los paisajes de su pueblo. Paillet formó colecciones cuidadosamente organizadas de retratos que incluían a intendentes, jefes de policía, jueces de paz, damas de beneficencia, y una variedad de personalidades y gente común. Su obra tiene un gran valor documental histórico y sociológico, capturando familias, trabajadores, actos públicos, acontecimientos sociales y lugares de reunión.

Durante su tiempo, Esperanza era un centro económico e industrial muy pujante, contribuyendo al calificativo de “granero del mundo” de Argentina. Paillet adoptó la estética del Foto Club de París y, en 1922, inauguró una galería de arte en su estudio, siguiendo el estilo de las galerías de Witcomb y Van Riel en Buenos Aires.

Además de su talento como fotógrafo, Paillet era un hábil violinista y compositor de tangos, valses y marchas. Sin embargo, cerca de los 50 años comenzó a perder el oído. En 1948, el Municipio le propuso abrir un Museo de Bellas Artes, y Paillet ofreció instalar un anexo llamado Archivo Histórico de Esperanza para exponer sus estampas costumbristas. Entusiasmado con la idea, compiló y agregó viejas fotografías con un enfoque de conservación del patrimonio cultural. Sin embargo, cuando el trabajo estuvo terminado, las autoridades decidieron no llevar adelante el proyecto, lo que desmoralizó a Paillet. Frustrado, destruyó gran parte del material y prohibió el uso del archivo después de su muerte.

Gracias a su sobrino Rogelio Imhof, gran parte del material conservado fue publicado en 1987 por la Fundación Antorchas bajo el título Fernando Paillet: Fotografías 1894-1940, un valioso y hermoso documento. Fernando Paillet falleció en Esperanza en 1967, y su legado es conservado en parte por el Museo de la Colonización de Esperanza. Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, ha escrito que las obras de Paillet ofrecen “atmósferas gentiles” que parecen una forma extrema de finura, capturando escenas bucólicas, galantes, laborales, agropecuarias y metalúrgicas, que nos remiten a la historia de la colonización, los oficios, el romance familiar y la propia historia de la fotografía argentina.

El colono del Oeste