La mejor noticia sobre el sarampión es que mediante la correcta y sistemática inmunización de los niños puede integrar algún día la lista de las enfermedades erradicadas. Y nunca debería salir de ahí.
Este 2017 volvió a estar en la la mira de la ciencia y de las organizaciones de la salud, pero esta vez para certificar la buena noticia: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacunación contra el sarampión ha reducido la mortalidad mundial por esta causa en un 84% entre 2000 y 2016. Con una disminución de casos en relación a las cifras del 2000.
A pesar de la contundencia de las cifras, el sarampión figura aún hoy entre los mitos de la salud más difíciles de erradicar que agitan los grupos antivacunas o que se instalan erróneamente en la sociedad: dicen que las enfermedades como el sarampión, las paperas o la varicela son parte normal del crecimiento. ¡Falso!
En todos estos casos se trata de enfermedades que pueden progresar hacia formas muy severas, que incluso pueden poner en peligro la vida de quienes las padecen.
Según indicó el nuevo y último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado el pasado 26 de octubre por varias de las principales organizaciones sanitarias mundiales, el sarampión causó 90.000 fallecimientos en 2016, una cifra que representa una disminución del 84% con respecto a las más de 550.000 muertes por esta enfermedad registradas en el 2000. Éste es el primer año en el que esta cifra es inferior a 100.000.
“Salvar un promedio de 1,3 millones de vidas al año gracias a la vacunación contra el sarampión es un éxito extraordinario que nos permite confiar en que es posible, e incluso probable, que podamos asistir en nuestra vida a la erradicación de esta enfermedad. La Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola es una alianza firmada en 2001 entre la Cruz Roja de Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, la fundación para las Naciones Unidas, UNICEF y la OMS”, aseguró el doctor Robert Linkins, de Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola y también director de la Sección de Lucha acelerada contra enfermedades y enfermedades prevenibles mediante vacunación del CDC, en Estados Unidos.
Cientos de instituciones científicas globales decidieron ponerse como objetivo combatir esta enfermedad que tuvo su mayor pico de manifestaciones en el año 2014 y 2015. Según el informe, desde el año 2000 se han administrado a los niños 5500 millones de vacunas antisarampionosas mediante los servicios de inmunización sistemática y las campañas masivas de vacunación, y se han salvado alrededor de 20,4 millones de vidas. Todavía hay demasiados niños que no reciben estas vacunas y que sus vidas corren peligro.
“Es necesario mejorar significativamente los servicios de inmunización sistemática, aprovechando la solidez de los sistemas de salud, para inmunizar a estos niños y fijarnos objetivos realistas que nos permitan eliminar la enfermedad”, aseguró el doctor Seth Berkley, director ejecutivo de la Alianza Gavi, una de las principales organizaciones que financia los programas de inmunización contra el sarampión en todo el mundo.
La vacunación sistemática de los niños contra el sarampión -durante los primeros meses de vida y refuerzos- combinada con campañas de inmunización masiva en países con elevada incidencia y mortalidad son estrategias de salud pública fundamentales para reducir la mortalidad mundial por sarampión. La vacuna contra el sarampión, que se viene utilizando desde hace más de 50 años, es segura, eficaz y barata.
Inmunizar a un niño contra el sarampión cuesta aproximadamente menos de USD 1.
“Desde hace más de dos décadas se viene registrando un considerable descenso en las muertes por sarampión, pero debemos esforzarnos por acercarnos al día en que no haya ningún caso más. Solo podremos eliminar esta enfermedad si vacunamos a todos los niños del mundo”, aseguró el doctor Jean-Marie Okwo-Bele, director del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos.