Son vitales para las comunidades. Sin ellos no hay comida ni medicamentos. Tampoco nafta, ni gas, ni gasoil ara la ciudad y el campo. Sin embargo, no pocos son maltratados y hasta impedidos de entrar a sus propios pueblos. Estas son las conductas inapropiedas en tiempo de la pandemia de una sociedad que los aplaude y de otra que los castiga, como a los médicos y a las enfermeras.
“Tenía que llegar a mi casa. Quería descansar. Cuatro días sobre el camión te mata. Y no me dejaron entrar a mi propio pueblo. Tuve que dormir en el camión toda la noche hasta que el presidente comunal me dejó entrar al pueblo y a mi casa” cuenta un camionero de Las Colonias.
“No entiendo. Hay pueblos donde querés entrar a entregar la mercadería y no podés. Hacen que los comerciantes la busquen fuera del pueblo. ¿Me dicen cuál es la diferencia? Si te contagio de algo en tu local también te contagio afuera del éjido urbano. Y encima te amenazan con la policía” dice otro camionero.
La breve charla con dos camioneros con cronistas de El Colono del Oeste confirma lo que se dice a nivel nacional a partir de la Federación Nacional de Choferes de Camiones que exigió ayer viernes a gobernadores provinciales e intendentes de todo el país “el respeto absoluto a los trabajadores de la actividad” y reclamó “el cese de la revisión a la que son sometidos al ingresar con su unidad de carga, lo que implica demoras e imposibilidad de que se bañen, se aseen o se alimenten”, denunció.
“Los choferes transportan medicamentos, alimentos, bebidas y otros productos esenciales para que nada les falte.Los camioneros arriesgan su salud, exponen la de su familia y son tratados de forma desmerecida, además de tener que soportar el manoseo ilegal de las autoridades provinciales. Hay camioneros que fueron demorados más de 10 horas para ser revisados y sostuvo que tampoco durante todo ese lapso se les permitió descender del camión para asearse o alimentarse.