En el mundo, se estima hay apenas unos 10 expertos en Covid. Un poquito más, un poquito menos.
Antes de ello debieron ser infectólogos, que son los médicos encargados de tratar a aquellos pacientes con enfermedades infecciosas generados por cualquier microorganismo, ya sea un virus, bacteria, parásito, hongo o la infección en paralelo por dos o más tipos de enfermedades. También se encarga de enfermedades cómo SIDA.
Antes de ello, debieron hacer la residencia y la especialización. Y antes tuvieron que ir a la facultad y estudiar de médico, aprobando cada una de las materias.
En algunos lugares como en el Brasil deben además rendir un ingreso donde de unos 10 mil alumnos, calificados con más de 8 puntos, ingresan 300. Que antes debieron hacer la primaria, la secundaria y luego el propedéutico en academias privadas que cuestan una fortuna de dinero.
El problema de la sociedad actual es que sean igualados el burro y el profesor. No ser ignorante, que es una condición que el hombre tiene al nacer. El problema es ser burro.
Es indigno escuchar a políticos,periodistas, amas de casa, obreros, deportistas, intelectuales, economistas, al fin, el 99 por ciento de la sociedad argentina dar sus pareceres u opinar sobre el Covid. No sólo eso. Decir lo que hay que hacer. Y en el caso de los puntos de vista casi disparatados dados por artistas famosos, periodistas o políticos, repetir la idea en masa como si fuera adorar con esos rezos a una vaca sagrada.
Inmanuel Kant, un fióloso alemán prusiano, de las huestes de la ilustración e idealismo señalaba hace unos 250 años que: “El ser humano es el único animal que necesita un amo para vivir” y en manada, va a repetir lo que dice ese a quien declaró su amo. Lo mismo hará la manada. En cualquier tema.
Sólo así se entiende el nazismo y las matanzas en las guerras actuales donde han perdido la vida millones de seres humanos. Y los amos siguen matando personas de todas las edades, con la anuencia del mundo.
Bajo esta realidad se entienden frases como ” lo de Hitler no fue tan así” o “en este país lo que hace falta es un Fidel Castro”.
En un video que está circulando hay un ejemplo, que dio Augusto Comte. Un positivista y sociólogo alemán prusiano algo posterior a la época que Kant, pero que puede ayudar a mirar el momento que atraviesa la sociedad argentina para entender la realidad.
Comte decía que hay cosas que son indiscutibles de por sí, pero ante la presión social, se constituyen otra realidad, por la necesidad de la manada de responder al amo y a la masa. Una tasa puede tener leche, pero si mil personas en la misma sala dicen que es café, la persona que ve leche va a decir café y lo que es peor va a ver café. Habrá otro grupo menor de asistentes que dude y otros que ven leche, pero ambos se van a callar ante la masa.
El 90 por ciento de lo que se ve en la televisión, se lee en los diarios, se escucha en las radios pero por sobre todo, se lee en las redes sociales son burradas, que obedecen al mandato de un amo, virtual o presente.
En el caso del Covid, al único que se le debe respeto intelectual es al médico especialista, que estudió 30 años de su vida el problema por el cual usted o cualquier ser humano en el mundo puede perder su vida.
Lo que dicen los que saben
Para los expertos de la Organización Panamericana de la Salud la principal lección de las nuevas olas de casos de covid-19 en Europa es más que evidente. “La lección es que no debemos bajar la guardia”, le dice a la BBC Mundo el Dr. Marcos Espinal, director de la OPS.
“En Europa, con la llegada del verano y la caída de los casos, un poco que se relajaron las medidas”, es la explicación de Espinal para el brutal repunte del coronavirus en tierras europeas.
Y con las infecciones actualmente en Argentina es el riesgo de que algo parecido pueda ocurrir en la región latinoamericana, con el agravante de que todavía no ha superado la primera oleada de la pandemia. “Esa imagen de olas están basadas en la curva epidémica que tiene una enfermedad” dijo por la OPS, su subdirector, el Dr. Jerbas Barbosa, brasileño.
“Los sistemas de salud deben prepararse para el peor escenario” dice la O PS. “En Europa crecieron muy rápido los casos, adoptaron medidas de contención y los casos disminuyeron y durante un par de meses se pasó casi sin casos. Luego, con la apertura de la economía, el verano, los viajes, etc., volvió a crecer la transmisión “, explicó el médico brasileño que agregó, “si algo se ha aprendido es que en cualquier parte del mundo donde el virus esté presente, si las condiciones facilitan la transmisión, va a crecer y vamos a tener más casos y más defunciones”.
Daniel Frank