El senador Rubén Pirola pide por la preservación, restauración y puesta en valor de la Casa de Juan Grenón en Esperanza.
Fundamentos
Como hemos sostenido en otras oportunidades, podemos señalar de manera sumaria, significativas razones para la preservación del patrimonio histórico de los pueblos. En principio, porque permite establecer vínculos, como un bien común, colectivo y propio, fortaleciendo identidad y fundamentalmente porque resulta no renovable, vulnerable y frágil.
Decimos que establece vínculos e identidad, en cuanto hace presente nuestro pasado, lo vuelve tangible y sirve de puente entre las sucesivas generaciones, adquiriendo particular significación en la sociedad actual, en la que suele ponderarse lo nuevo, transformándolo en objeto de mero uso y consumo.
Con estos criterios traemos a consideración el presente proyecto de declaración, mediante el cual señalamos la necesidad de la preservación restauración y puesta en valor de la casa de uno de los primeros colonizadores de la “Primera Colonia Agrícola Organizada de la Nación Argentina”, fundada en 1856 por Aarón Castellanos.
JEAN (JUAN) GRENON Y SU FAMILIA
Jean Grenón, para nosotros Juan Grenón, fue una de las personalidades más significativas de los primeros años de la Colonia Esperanza. Los historiadores lo rescatan como “una persona animada de una fe inquebrantable, resuelto y perseverante en las contrariedades, dotado además de una visión empresarial poco común que encarna el prototipo de pionero decidido a forzar el destino desafiando las peores dificultades”
Nació en Champéry , cantón del Valais, Suiza, en 1804. Se casó con Patience Narietain con quien tuvo 9 hijos.
En 1855 toma la decisión de emigrar, reúne la suma de 5000 francos y forma parte del segundo contingente de valesanos que parte hacia esperanza con tres de sus hijos, luego vendrá el resto de su familia tan sólo tres meses después que él.
Juan Grenón figura entre los primeros colonos que reciben una concesión en esperanza donde junto a su familia trabajan arduamente soportando plagas de langostas, tiempo inestable por lluvias o sequías.
Producto de esa voluntad inquebrantable de abrir surcos a la tierra en 1860 cuando la vida en la colonia va tomando un matiz de normalidad, amplía su propiedad adquiriendo otras concesiones y construyendo la casa a la que hago mención y que actualmente corre serio riesgo de perderse.
HERMANAMIENTO DE ESPERANZA Y EL VALAIS
A fines de julio de 2012 junto a la intendenta de Esperanza, Ana Meiners, y un grupo de descendientes de aquellos valesanos viajé a Suiza, al cantón del Valais para firmar el hermanamiento con las comunas de Champery, Trient, Vex, Saint-Martin, Hermence y Riddes con Esperanza, en un hecho histórico de trascendencia internacional. El acto oficial contó con la participación del agregado comercial a cargo de la embajada Argentina en Suiza, Fernando Lerena.
Las autoridades de las comunas suizas coincidieron en señalar que “estamos reunidos hoy en este primero de agosto, día simbólico de la fiesta nacional suiza, para hacer un homenaje a nuestros abuelos que dejaron su tierra natal de estas comunas para dar nacimiento a la ciudad de Esperanza, la Primera Colonia Agrícola Organizada de la Argentina y así ofrecer a sus hijos un futuro mejor. Esta ocasión es propicia también para crear este hermanamiento con nuestros primos argentinos para fortalecer las relaciones de amistad y sangre que nos unen”.
En esa delegación viajaron también descendientes de Juan Grenón y visitamos su ciudad natal Champery.
“Hoy Esperanza es una sociedad que tiene la impronta de quienes la construyeron, agricultura, ganadería e industrias constituyen una fuente de producción en constante crecimiento. En el centro de la ciudad se yergue el Monumento a la Agricultura Nacional con los nombres de los jefes de las familias de los pioneros, los colonos suizos. Y allí están escritos los apellidos de sus antepasados que son los mismos de ustedes y de nosotros”, senaló la intendenta de Esperanza en esa oportunidad.
LA CASA HOY
La casa de Juan Grenón pasó por varios propietarios, fue incluída en los sitios de interés turísticos de la ciudad pero por distintas razones nunca se pudo acceder a una restauración.
Hoy ha cambiado de propietarios y esta en un avanzado estado de deterioro por lo que se hace necesario proceder a evitar su pérdida y revalorizarla como patrimonio cultural articulando acciones con organismos provinciales y la Municipalidad de Esperanza.