“Es inhumano que una persona muera sola”, dicen. El sanatorio Mater Dei, de las Hermanas de Schoenstatt, trabajó desde el inicio de la pandemia de coronavirus para evitar ese sufrimiento adicional e innecesario. Es el único centro médico de la Argentina que combate la muerte solitaria de los pacientes Covid.
“Es legal y es necesario habilitar el derecho a decir adiĂłs”, asegura el doctor Cristian GarcĂa Roig, jefe de Terapia intensiva de PediatrĂa y uno de los redactores del “Protocolo de Acompañamiento en el final de la vida” que aplica el establecimiento. “Una medicina sin humanismo no merece ser ejercida. Permitir la despedida es un mĂnimo de humanidad que no podemos dejar de brindar. Es una cuestiĂłn de empatĂa”.
Contra lo que se cree, sostiene GarcĂa Roig, no hay ningĂşn instituto de infectologĂa de prestigio internacional que prohĂba la despedida a los pacientes. “Si no, ni los mĂ©dicos podrĂamos entrar a la terapia a ver a un covid”, dice.
El Sanatorio es propiedad de las Hermanas de MarĂa de Schoenstatt y, catĂłlicas y es conocido como el “Sanatorio Alemán” en la ciudad de Buenos Aires.
“Es inhumano impedir la despedida de un paciente porque tiene Covid -dijo a Infobae el doctor Bernardo de Diego, jefe de Terapia Intensiva del Mater Dei, donde este médico egresado de la UBA en 1977 ejerce desde hace 39 años-. En este sanatorio el humanismo tiene prioridad. Por eso fijamos un protocolo para admitir a familiares de pacientes Covid graves y de aquellos de los que se teme un desenlace fatal”.
La iniciativa surgiĂł por inquietud de la Hermana Teresa Buffa, jefa de Religiosas del Sanatorio, y de GarcĂa Roig. Con sentido comĂşn se plantearon que, si mĂ©dicos, enfermeros y resto del personal podĂan tratar a pacientes con coronavirus sin contagiarse, Âżpor quĂ© no podrĂa una persona visitar a su familiar con los mismos recaudos?
En el Mater Dei, los pisos 3°, 4° y 5° están reservados a los pacientes Covid, con unas 50 camas ocupadas. El 1er piso es la Maternidad y el 2° PediatrĂa. Los menores contagiados son todos casos leves.
GarcĂa Roig empezĂł a buscar antecedentes de protocolos en materia de visitas a pacientes Covid y los encontrĂł en el Hospital ClĂnico Universitario Virgen de la Arrixaca, en Murcia, España y en el Hospital Israelita Albert Einstein de San Pablo, el más importante de SudamĂ©rica, ambos están habilitando visitas a los Covid terminales o de muy larga internaciĂłn. Otro elemento inspirador fue cuando, a raĂz de la muerte en solitario de un niño de 13 años, el ministro de Salud del Reino Unido dijo que no iba a permitir que se repitiera, en nombre del right to say good bye (el derecho a decir adiĂłs).
Testimonio
La madre de Augusto Brecenio muriĂł en el Mater Dei. Este mĂ©dico pediatra y concejal del partido de San Fernando accediĂł a lo que deberĂa ser un derecho de todos. “Pude despedirme de ella, agradecerle, decirle que era una campeona, un ejemplo para mĂ y para sus nietos”, dice evocando a su madre, que lo criĂł sola, y dedicĂł su vida a darle oportunidades.
A InĂ©s Frascino, 88 años, le habĂan quitado el respirador. “Fue como un alargue, podĂamos seguir jugando el partido. PensĂ© que lo tenĂamos ganado, pero el miĂ©rcoles me avisaron que habĂa empeorado y que su cuerpo estaba exhausto”. A partir de entonces, el sanatorio autorizĂł visitas de dos horas cada dĂa en la terapia intensiva. “Con todas las precauciones, porque este virus es altamente contagioso. Pude hablarle, estar con ella, acariciarla a pesar de los guantes”. Aunque le quitaron el respirador, InĂ©s no recuperĂł la conciencia, pero Ă©l siente que pudo tocarla, alcanzarla, “con el alma, el corazĂłn y las palabras”. TambiĂ©n le puso entre las manos un rosario que ahora conserva como un tesoro. “Ella recibiĂł la unciĂłn de los enfermos. Eso fue muy importante para mĂ. Agradezco mucho la contenciĂłn que nos dieron las hermanas, el capellán, los mĂ©dicos y todo el equipo de salud. Pude cerrar el ciclo de la despedida”dice el concejal.