Un gran campeonato de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Veterinarias, que cayó en semifinales con el apoyo de casi 120 mil votos. Fue en el campeonato organizado en la competencia on line por VetCup.
Integrante de Zoovínculos, “Pelu” Galván lo cuenta así: “Lamentablemente no pasamos la semifinal en la VetCup.
Hubiese sido muy bueno poder aportar los insumos- como premio al gandor- para los hospitales de pequeños y de grandes animales de la FCV-UNL que tanto anhelábamos.
Pero no pudo ser.
Aunque más allá de la tristeza por no haber ganado, el balance de lo vivido como comunidad académica es altamente positivo.
Por ejemplo, fue una comunión exultante de intereses que movilizó a estudiantes, graduados, profesores, no docentes, allegados (como yo), familiares, vecinos, amigos, famosos (que surgían como hongos), muchos de los cuales nos respaldaron con mucho sentimiento y respeto hacia la FCV-UNL.
Pero lo más significativo de lo que ocurrió, fue el increíble sentido de pertenencia que experimentamos hacia esta institución y que como en tantas otras ocasiones, se puso claramente en evidencia en esta votación.
Esta comunidad académica es maravillosa, y se forjó así por todos los que tuvimos la dicha de transitar los “pasillos” de la antigua FAVE y de la novel FCV. Es la comunidad de los que nos saludamos afectuosamente (entre estudiantes, profesores y no docentes), lo que sorprendía y sorprende a cada “visitante” que tenía o tiene la posibilidad de conocernos
¡Y qué decir del hospital como ámbito de formación veterinaria! puesto que el prestigio que supo ganar, le permitió ser seleccionado para formar parte de un ciclo de canal “Encuentro” llamado justamente así, “Hospital Escuela”. Y eso fue un inmenso reconocimiento por el prestigio logrado en sus 60 años de actividad.
Convengamos que en nuestra institución (y lo digo así, porque más allá de haberme jubilado, me siento parte de ella), cada uno de sus alumnos pudimos hacer nuestras prácticas hospitalarias, porque el hospital no era una entelequia, era y es un espacio real de trabajo y de maravillosas (y difíciles) vivencias, para quienes deseábamos ser veterinarios.
Y en lo personal, esta competencia que pude experimentar, junto a quienes fueron mis alumnos, me permitió re encontrarme con ellos, recibir el cariño que tanto extraño y volver a “vampirizar” esa hermosa energía que siempre me aportaron.
No ganamos la VetCup, es cierto, pero ¡qué bueno fue tirar todos del mismo carro!, así como es, fue y será costumbre de la FCV-UNL.
Un cariño muy especial para todos y a no bajar los brazos pues, no ganamos los insumos, pero si hay algo que nos sobra es prestigio y reconocimiento social, de otro modo no hubiésemos logrado 118.565 votos genuinos”.