El decano Oscar Osan habló de Expo Alfa 2024 y la marcha por la educación pública. También pasó revista a importantes actividades que lleva adelante la casa de estudios.
¿Por qué es tan importante Expo Alfa para la Facultad de Ciencias Agrarias?
“La alfalfa es parte de nuestra historia, desde los tiempos donde el ingeniero Alberto Quiñones empezaba con sus primeros ensayos, hasta lo que hacen hoy nuestros investigadores para mejorar el cultivo. El impacto de la alfalfa es fundamental para las producciones de leche y carne en particular para todo el centro-norte santafesino. Pero también conlleva el cuidado de los suelos, y los servicios ecosistémicos, la mejora en la utilización del agua y mitiga la erosión, temas que serán reflejados en la Exposición. Para nosotros es importante que este evento se haga en Esperanza, porque tiene un valor cultural y social muy grande: donde hay una planta de alfalfa hay un animal, hay una familia. Y nosotros defendemos la vida de la ruralidad”.
¿La Expo es también otra forma de articular la academia y la producción?
“Desde que empezó nuestra gestión, estamos poniendo a la Universidad de cara a la sociedad, a los sectores productivos, en articulación con el Estado. Entre todos tenemos que rodearle la manzana a la problemática que vive el país. Hoy las posibilidades productivas son muchísimas, el sector agropecuario es muy dinámico y es el sostén de nuestro país. Y en el caso de la alfalfa, específicamente, el desafío es conectar el cultivo con el mundo de los agro negocios y la exportación”.
¿Cuáles serán los principales atractivos de Expo Alfa 2024?
“En la muestra estática habrá una paleta importante de empresas que nos van a acompañar: biotecnológicas, de insumos, de maquinarias. En simultáneo, tendrán lugar las Jornadas Nacionales de Alfalfa, que no se hacen desde el 2019. Por eso hay tanta expectativa. Hay más de mil inscriptos y todavía faltan casi dos meses. Tenemos confirmada la presencia de varios países. Quiero agradecer a la empresa Todo Campos y a nuestro equipo de gestión que está trabajando, encabezado por el secretario de Vinculación con el Territorio, Dr. Horacio Imvinkelried, y el Ing. Fernando Delbino, docente de nuestra cátedra de Forrajes y coordinadores en el armado de las disertaciones”.
¿Cuándo y dónde se realizarán las actividades?
“Expo Alfa tendrá lugar el 13 y 14 de noviembre. En el Predio Ferial de FECOL se montarán los stands de la muestra estática y se harán las charlas de capacitación, disertaciones y paneles de las Jornadas. En Rincón de Ávila, pocos kilómetros al norte de Esperanza por Ruta 6, haremos las demostraciones a campo y exhibición de maquinarias, en un predio de 25 hectáreas que nos facilitó un productor. Ahí se podrá apreciar la parte de siembra, segado, compactado y nuevas formas de conservación de la alfalfa. Todo se completa con una ronda de negocios donde participará un clúster de varias provincias: Córdoba, San Luis, Entre Ríos, San Juan, Santa Fe. Hay muchos actores buscando un espacio para vincularse en pos de nuevos negocios y mercados”.
¿La “movida” de Expo Alfa tendrá también un efecto rebote muy fuerte en la ciudad, en lo que refiere al movimiento de hotelería y gastronomía?
“Siempre el impacto de la Universidad en la ciudad es muy positivo. Entre las dos Facultades y la Escuela Granja somos una comunidad de alrededor de 5.000 personas. Eso genera intercambios, productos, desarrollo y también empleo en forma permanente, sin dudas la Expo Alfa tendrá un importante impacto en este sentido”.
La marcha en defensa de la Universidad Pública y la cuestión presupuestaria
No podemos dejar de consultar al decano de la Facultad de Ciencias Agrarias sobre los hechos de dominio público y una nueva manifestación masiva de la sociedad argentina en apoyo de la educación pública…
“Venimos elevando nuestra voz al Congreso desde diciembre del año pasado por la cuestión salarial y los fondos para funcionar: el presupuesto universitario, el Fondo Nacional de Incentivo Docente, el presupuesto de obras que está frenado, ciencia y técnica que también están con bastantes inconvenientes, además de todo el sistema de becas que funciona para que muchas personas puedan estudiar. Hicimos el camino que corresponde: elevar nuestro reclamo vía parlamento. Esto derivó en la marcha del mes de abril, donde salimos a exponer la problemática. Después vinieron pequeños ajustes sobre el presupuesto original y ahora hay una nueva ley de financiamiento aprobada y que el Consejo Interuniversitario Nacional le pide al presidente que no la vete. Ese fue el motivo de la marcha de esta semana. No fue un paro ni estamos en contra de un gobierno. Simplemente fue visibilizar una situación presupuestaria, de cara al año que viene, que nos pone lejísimos de lo que son las necesidades actuales. Tenemos cubierto lo básico: agua, luz, gas, internet y hasta ahí nomás”.
¿Perciben una toma de conciencia por parte de toda la sociedad?
“Indudablemente. Creemos que la educación pública es un bien estratégico y la universidad pública aún más. Es un motor de desarrollo. En el centro norte de Santa Fe, por ejemplo, hay dos mil agrónomos y estimo entre cuatro y cinco mil veterinarios. El desarrollo de esta zona no hubiera sido igual sin estos profesionales y sin las facultades que los están formando. Eso es lo que hay que tener en cuenta”.
Una mirada optimista sobre el futuro
Luego de años malos para la lechería, ¿se ve una luz de esperanza? ¿Podría decirse que hay un clima de ilusión y expectativa?
“Creo que la lechería en Argentina está preparada para afrontar grandes desafíos y competir a nivel mundial, cumpliendo las normativas ambientales. En la medida en que mejoren los precios internacionales y se acomoden las variables macroeconómicas, creo que la lechería va a tener un 2025 bastante bueno e interesante”.
¿Cómo se acopla la Facultad a los nuevos escenarios y oportunidades que se abren, al desafío de desarrollar las economías regionales y contribuir a las cadenas de valor?
“Nosotros pasamos de ser productores de commodities a un camino de valor agregado que prácticamente no tiene límites: agroalimentos, alimentos funcionales, farmacopeos, energías renovables, bionegocios, bioproductos, bioinsumos, bioprocesos. Estamos trabajando en un sinnúmero de iniciativas para hacer al sector agropecuario cada vez más rentable, pero también más cuidadoso del medio ambiente y más inclusivo, generando más trabajo y más desarrollo. Y también está el tema de la economía regional y el desarrollo de los territorios. Nosotros aspiramos a que cada uno de nuestros egresados vuelva a su lugar y empiece a desarrollar desde abajo. Le estamos poniendo mucha fuerza a una palabra clave que es el emprendedurismo”.
Pese a las restricciones presupuestarias, la Universidad y la Facultad siguen de pie, con una gran cantidad de actividades, en distintos frentes…
“Sí. En esta época del año estamos yendo a las Expo Carreras, visitando distintas localidades y escuelas donde nos llaman. Pero también pasan muchísimas cosas. La semana pasada acompañamos a la Municipalidad de Esperanza en el lanzamiento del programa Mi Huerta y en diferentes iniciativas. Estuvimos trabajando en la localidad de Rincón, en la bio remediación de suelos, en uno de los 400 basurales a cielo abierto que tiene la Provincia. Estamos trabajando con la Municipalidad de Rafaela, con el Programa Un árbol por cada Graduado y con nuestro Campo Experimental en Cultivos Intensivos y Forestales, llevando especies nativas para mejorar la infraestructura verde de las zonas urbanas. Esa semana tenemos la 6º Jornada de Nuez Pecán y una actividad conjunta con la empresa FIMACO, en el marco de un Proyecto de Extensión de Interés Social sobre Bioeconomía, para hablar sobre reciclaje de residuos y cómo generar energías renovables a partir de la biomasa. Además, se viene un gran encuentro de escuelas agro técnicas de toda la región, que tendrá como sede a nuestra Escuela Granja”.
Como se dice siempre, la Facultad es una industria sin chimeneas…
“Seguramente me olvido de muchas cosas. Pero hay muchos grupos de docentes, investigadores y profesionales, en diferentes áreas, trabajando y avanzando en cada tema de manera formidable. Da mucho orgullo y nos llena de fuerza y compromiso. Quiero agradecer a toda la comunidad educativa: docentes, alumnos, graduados, personal de servicio. A todas las entidades que colaboran, la Municipalidad de Esperanza, los padrinos de nuestra Facultad y muchas empresas que trabajan con nosotros día a día, para que podamos seguir adelante”.
¿Crees que hay buenas perspectivas y mucha potencialidad a futuro?
“Estoy convencido. Quiero hacer hincapié en la fuerza y el empuje de nuestros jóvenes. Nosotros estamos permanentemente trabajando en la defensa de los valores del campo y la ruralidad, que son tan profundos en nuestra región. Me parece que tenemos una riqueza enorme, con un fuerte entramado socio productivo, público privado, donde cada uno tiene que aportar lo mejor. Y en todo esto es fundamental el empuje de los jóvenes. Soy un convencido de que los jóvenes nos llevan por mejores caminos. Tenemos que confiar en ellos y ayudarlos. En las clases, siempre les digo que yo prefiero ir en el asiento de atrás: manejen ustedes, yo llevo el equipo de mate y el mapa y vamos abriendo camino. Tenemos mucha potencia en nuestra juventud”.