Este fin de semana, el grupo de teatro Los Inconscientes nos regaló dos noches llenas de carcajadas y buen humor con su nueva obra, “Si hay fiesta… hay champagne “, presentada en el Salón de Actos del Colegio San José.
Con una trama cómica de enredos y un elenco de nueve talentosos actores, esta comedia de cuatro actos logra mantener al público enganchado desde el primer minuto hasta el último.
La obra narra situaciones absurdas y caóticas que giran en torno a una casa de un matrimonio, donde el champagne fluye al mismo ritmo que los malentendidos. La dinámica de los personajes y las sorpresas en cada acto generan un ritmo ágil que mantiene al público vibrante y expectante. Cada personaje aporta un toque único al caos, desde el anfitrión despistado hasta el invitado inesperado, creando un entramado hilarante de situaciones que nos recuerdan lo impredecible que puede ser la vida familiar y social.
Escenografía: creatividad y detalles
Uno de los puntos más destacados fue el uso creativo de la escenografía. Se presentan escenarios completamente diferentes, desde una elegante sala de estar hasta un dormitorio desbordante, lo cual sumó un valor visual que permitió que cada cambio de escena fuera una sorpresa. La fluidez con la que el equipo humano realizó los cambios de escenografía entre los actos merece un reconocimiento, ya que no solo fueron rápidos y efectivos, sino que lograron transformar el espacio de manera que el público se sentía inmerso en una nueva atmósfera cada vez.
Vestuario: ingenio y humor
El vestuario, diseñado con un marcado sentido del humor, jugó un rol fundamental en la caracterización de los personajes. Cada atuendo estaba cuidadosamente pensado para representar la personalidad de los actores y la naturaleza cómica de las situaciones. Un vestuario, donde los colores vibrantes y los detalles excéntricos subrayaban el tono festivo de la obra. Los trajes no solo eran visualmente atractivos, sino que también añadían un toque de sofisticación al humor de la obra, haciendo que cada personaje brillara aún más en su papel.
Puesta en escena: una dirección precisa y enérgica
La dirección de la obra fue impecable. Cada actor estaba perfectamente sincronizado con el resto del elenco, lo que permitió que las situaciones de enredo se desplegaran con precisión. El uso del espacio en escena fue inteligente, con movimientos fluidos y bien coreografiados que añadían dinamismo a los diálogos. La interacción entre los actores fue otro punto fuerte; se percibió una química sólida que hizo que los momentos cómicos fluyeran de manera natural y efectiva. Las transiciones entre los actos y los cambios en la energía de la obra estuvieron excelentemente manejados, manteniendo al público inmerso en la trama sin perder ritmo.
Una celebración teatral
“Si hay fiesta… hay Champagne” no es solo una comedia, sino una celebración del teatro amateur en su máxima expresión. La calidad técnica, el cuidado en cada detalle y la entrega del elenco hicieron que ambas funciones, tanto el viernes como el sábado, fueran un éxito rotundo. Los Inconscientes han demostrado una vez más que su creatividad y talento no tienen límites, y el público salió del Salón de Actos del Colegio San José con una sonrisa en el rostro y la sensación de haber asistido a una verdadera fiesta teatral.
Una obra que definitivamente no se debe perder y que promete seguir regalando risas a futuro.
Agradecimiento
El grupo de aficionados por el teatro “Los Inconscientes” agradeció al Colegio San José en la figura del Padre Tadeo, al público en general que siempre acompaña en cada presentación, a la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Esperanza, a las familias de cada actor que siempre están presentes y a los medios de comunicación de la ciudad que siempre difunden las actividades de Los Inconscientes.