Esperanza volvió a vivir un día especial este lunes 8 de septiembre, al celebrar con devoción y alegría su Fiesta Patronal en honor a la Natividad de la Santísima Virgen María.
La jornada comenzó a la medianoche, cuando decenas de fieles se reunieron para cantarle el cumpleaños a la Virgen Niña. El repique de campanas en la mañana temprana dio paso a un clima festivo que se extendió a lo largo del día, convocando a familias enteras, amigos y vecinos que quisieron estar presentes.
La Basílica fue el corazón de la celebración: allí se rezó el Rosario comunitario y más tarde el Ángelus, momentos que reunieron a la comunidad en silencio, oración y gratitud. Por la tarde, la Plaza San Martín se colmó de gente para acompañar la procesión con rezos y cantos, en un marco de profundo fervor que concluyó con la Santa Misa presidida por Mons. Sergio Fenoy.
Entre los presentes se destacaron los abanderados del Colegio San José —que este año celebra los 150 años de la fundación del Verbo Divino—, del Colegio Nuestra Señora del Huerto y de la Escuela José M. Estrada. Su presencia, junto a las familias y los niños, le dio un toque aún más comunitario y esperanzador a la fiesta.
“Es un día muy especial, lo esperamos todos los años. Para mí es emocionante ver cómo Esperanza se une en torno a la Virgen y cómo seguimos transmitiendo esta tradición a nuestros hijos”, contó Marta, una vecina emocionada tras participar de la procesión.
“Cada año lo vivo con la misma emoción. Ver a tantas familias reunidas y a los chicos participar me llena de orgullo y de fe en nuestra comunidad”, agregó Horacio, otro vecino que no quiso perderse la celebración.
Así, entre rezos, cantos y encuentros, Esperanza volvió a honrar a su patrona con el mismo fervor de siempre, confirmando que la devoción mariana sigue siendo un lazo vivo que une generaciones, fortalece la identidad local y mantiene encendida la llama de la fe compartida.