De acuerdo a lo que está escrito en La Biblia, “las mujeres son esposas, madres e hijas, vencedoras y víctimas, mujeres que cambiaron el curso de los acontecimientos históricos y también mujeres que son impotentes para afectar incluso sus propios destinos”.
A través del tiempo, innumerables mujeres fueron partícipes de historias conmovedoras y que dejaron una huella imborrable, muchas de esas historias dejaron grandes enseñanzas y fueron ejemplos a imitar; pero no solo tenemos que remontarnos a tiempos pasados, hoy en día esos lindos acontecimientos que involucran a la mujer siguen sucediendo y marcando momentos que serán recordados por siempre.
El 8 de marzo se celebra el día internacional de la mujer, fecha impuesta en 1975 por la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.), recordando los acontecimientos que sucedieron en esa fecha en Rusia, cuando las amas de casa provocaron revueltas para pedir el fin de la guerra y tener acceso a alimentos.
La historia que pasaremos a relatar no tiene que ver con conflictos o guerras, todo lo contrario, es una historia de amor, entrega por el prójimo y de servicio, y por su puesto con una mujer como protagonista.
Alicia Nora Felix, es el nombre de quien estaremos contando su vida y como el destino, o mejor dicho, los caminos de Dios, la fueron llevando hasta nosotros.
Es reconocida en la ciudad como la “Hermana Alicia” o la “Hermana del Hospice”, pero su historia de vida tiene aristas muy interesantes para que la comunidad en general pueda conocerlas.
Con su forma de ser que transmite amabilidad y paz, fuimos dialogando con esta entrerriana por casualidad, pero de raíces cordobesas. “Nací en La Paz, Entre Ríos, pero mi vida transcurrió en la ciudad de Córdoba. Nací en La Paz, por casualidad porque mi padres se encontraban allí por cuestiones de trabajo de mi padre, pero al año de haber nacido, nos volvimos a la ciudad de Córdoba porque mi familia era de allí. Mi vida transcurrió en la capital cordobesa hasta los 15 años cuando estaba cursando el secundario, por un tiempo estuvimos en el interior de la provincia y regresé a la ciudad de Córdoba cuando ingresé a la Facultad de Medicina.” “Muchos me dicen que soy entrerriana, pero mi vida transcurrió en Córdoba y soy una cordobesa más.”
Mientras residía en la ciudad de Córdoba, se vinculó a grupos de la iglesia y en un momento tuvo un pensamiento que comenzó a marcarle el destino.
“En Córdoba estuve integrando distintos grupos juveniles de la iglesia y también enseñé catequesis, y en un determinado momento me surgió un pensamiento que me decía si esto que estaba haciendo era un llamado del Señor. Siento que fue el primer aviso sobre lo que tendría que hacer en mi vida.”
En 1981, Alicia Felix obtuvo el título de Médica Cirujana en la Universidad de Córdoba y un año después llegó a Esperanza por primera vez.
“Después de haber terminado la Facultad, me presenté en el Postulantado de la Congregación Misionera “Siervas del Espíritu Santo” en el Convento Cristo Rey de Esperanza, fue aceptada y en 1985 hice mis primeros votos. Un año después tenía mi destino en Africa para seguir misionando.”
Ghana era el destino que tenía, quien ya se había convertido en Hermana Alicia, pero un nuevo acontecimiento la llevó a cambiar su vida.
“Después de haber tomado los votos, me asignaron el destino que iba a ser el definitivo, adonde pasaría el resto de mi vida misionera. Ese destino era Ghana en Africa, y para ello estuve aprendiendo medicina tropical en Irlanda, ya que hay enfermedades en Africa que no existen en otras partes del mundo y requieren de un tratamiento distinto al que aprendimos en nuestra región, por eso es que estuve en Irlanda aprendiendo para poder llegar capacitada a Ghana. Este país africano sería el que me recibiría para el resto de mi vida, pero a los tres años de estar allí tuve problemas en la vista y debí regresar a Argentina para hacer el tratamiento que necesitaba y ya no regresé más a Africa. Cuando regresé estuve en el Hospital Protomédico de Recreo, entre 1992 y 2005 y ese año volví al Cristo Rey y al Convento Santa Catalina, aquí en Esperanza.”
Un libro fue inspirador para que la Hermana Alicia pudiera desarrollar una gran obra llena de amor.
“Un día llegó a mis manos un libro que hablaba sobre el “Hospice San Camilo” que funciona en la ciudad de Buenos Aires, y se me cruzó por la cabeza llevar adelanto algo similar aquí. Poniendo todo siempre en manos de Dios, comencé a difundirlo y con la coordinación provincial de la Congregación, fuimos proyectándolo. Fue en 2008 y dos años después, el 25 de marzo de 2010, inauguramos el “Hospice La Piedad”, no sin antes superar obstáculos para su funcionamiento y que en el Ministerio de Salud y Jurídico, comprendan cuál sería su función para la sociedad. Siempre tuvimos muy buena respuesta y colaboración de la gente y por supuesto, la Providencia de Dios estuvo siempre con nosotros.”
“Es el único en su estilo que funciona en la Provincia de Santa Fe, comenzamos con cuatro camas y paulatinamente fuimos avanzando y expandiéndonos y hoy tenemos ocho camas disponibles para nuestros huéspedes, nos gusta llamarlos así y no hablar de enfermos. En el Hospice ofrecemos cuidados paliativos y acompañamiento al huésped y su familia, en este momento de transición.”
Este proyecto sigue adelante gracias a la colaboración de la gente.
“Tenemos un grupo de socios que colaboran con nosotros, antes teníamos más pero la cantidad fue disminuyendo. Igualmente y también gracias a los familiares de los huéspedes, seguimos funcionando. De todas manera se lanzó una campaña de sumar asociados y estamos teniendo buena respuesta. Además de poder sumar socios que tengan ganas de colaborar, estamos próximos a lanzar un bono contribución con diez premios. Todo ayuda para el mantenimiento de la obra y brindar el mejor servicio y estamos organizando para el 26 de abril la gran cena por los 15 años del Hospice.”
En el Hospice, también se sumaron actividades y talleres en el Salón de Usos Múltiples que gracias al esfuerzo de muchos, pudo concretarse.
“En 2024 se crearon diferentes Talleres de arte, teatro y otros para Adultos Mayores y Enfermos Oncológicos Ambulatorios, que tuvieron muy buena respuesta, especialmente para los adultos mayores. Esperamos prontamente retornar con esos talleres, los dejamos de hacer en estos meses de verano por el calor, pero los vamos a reanudar prontamente. ”
Concluyó esta MUJER, y merecidamente escrita con mayúscula, que entrega su vida a Dios, convirtiéndose en un ejemplo de amor al prójimo y que su vida de servicio debía transcurrir muy lejos de estas tierras, pero el Señor tenía pensado algo muy diferente y que con las herramientas que puso en sus manos, la “Hermana Alicia” lleva adelante y con el fuerte deseo de que su legado siga por mucho tiempo.