Este domingo, la comunidad católica de nuestra ciudad celebró con gran fervor la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, una fecha de gran trascendencia en la que se recuerda el dogma por el cual la Madre de Jesús fue preservada del pecado original desde el momento de su concepción.
Las actividades comenzaron a las 10:30 con una procesión que partió desde la Basílica Natividad de la Santísima Virgen. El recorrido incluyó las calles Aarón Castellanos y Sarmiento, continuó hacia Castelli y, finalmente, por Belgrano hasta retornar al templo. La imagen de la Virgen fue acompañada por una multitud de fieles que participaron con devoción y alegría.
En la procesión se pudo ver en primer lugar a los monaguillos, seguidos por los sacerdotes y el diácono, mientras la imagen de la Virgen María ocupaba un lugar central, escoltada por los fieles que la acompañaron durante todo el trayecto.
Al finalizar la procesión, la imagen ingresó a la Basílica, donde se realizó la misa solemne. La celebración fue presidida por el padre Ernesto Agüera, junto al padre Salvador, en un templo que se encontraba colmado de fieles.
Al término de la celebración, se vivió un momento muy emotivo, cuando el padre Ernesto invitó a los niños presentes a acercarse a la Virgen para realizar su consagración a la Virgen María. La escena conmovió a todos los presentes, especialmente a los más pequeños, quienes participaron con gran entusiasmo y devoción.
La jornada se vivió en un clima de fe, unión y gratitud, consolidando la tradicional celebración del 8 de diciembre, día en que la Iglesia Católica honra a la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
Sábado con cierre de la Novena, misa y encendido del árbol navideño
Este sábado, la comunidad de la Basílica Natividad llevó a cabo el cierre de la Novena de Preparación a la Inmaculada Concepción de María con una jornada de actividades religiosas. La celebración comenzó a las 19:15 con el rezo del Santo Rosario y continuó a las 20 con la Santa Misa, que tuvo como intención especial “Por el Crecimiento en la Fe y la Confianza en Dios”.
Como cierre de la jornada, se realizó la tradicional bendición y encendido del árbol de Navidad, instalado junto al templo. En el interior de la Basílica, los asistentes también pudieron contemplar el pesebre navideño, armado en el centro del templo como cada año.
La comunidad había venido preparándose para esta celebración durante toda la Novena, con jornadas de rezo del Santo Rosario y misas diarias, en las que elevaron plegarias especiales. La celebración finalizó en un clima de fe, unión y esperanza entre los fieles presentes.