Los empresarios de eventos y de fiestas, que son un número importante en la ciudad, se manifestaron luego de tener prohibido trabajar desde marzo el año pasado. Resultan, sin dudas, junto con el sector del turismo, de las peores víctimas económicas de la pandemia.
Sumidos en la angustia dijeron claramente que “La ayuda que nos prometió el gobierno nunca nos la dio, al menos hasta nosotros no ha llegado”.
Señalan que necesitan en carácter “urgente una respuesta porque no tenemos más tiempo para esperar y estamos muy cansados” señalaron en Plaza San Martín en la tarde de ayer.
Las fiestas y eventos afecta a quienes tienen salones, bebidas, alimentos, decoradores, musicalizadores, personal de servicio desde quien alquila las sillas hasta quien realiza la limpieza y junto con ello a panaderos, reposteros, asadores, sandwicherías, tiendas, zapaterías, carnicerías, modistas, al fin, un sinnúmero de gente que hoy trabaja de fleteros, vendedores ambulantes o delivery.
Los consultados hablan del empobrecimiento diario que padecen tanto ellos como sus familias, la destrucción de sus empresas, el atraso en tecnología, sumando un cúmulo de necesidades que el gobierno no atiende, y más cuando deben pagar impuestos, servicios y alquileres.
“¿Quién puede vivir casi dos años sin trabajar. Cómo podemos seguir si el gobierno no nos da respuestas y no nos incluye en subsidio alguno y sigue sin permitirnos trabajar?” se preguntan,lamentándose además de haber tenido que dejar sin trabajo a otros muchos esperancinos.