Una joven mujer esperancina señala en un conocido sitio en las redes sociales, que sólo trabajó 24 horas en un geriátrico ubicado en la zona céntrica en la ciudad, por la agresión verbal violenta y discriminación que adjudica a su propietario.
A horas del escrito había cerca de 800 vecinos participando con suma indignación por los hechos-no sólo el que se denunció en su momento- lo que da la pauta que, como expresó una de las vecinas, “toda la ciudad de Esperanza lo sabe”.
La trabajadora afirma que la mujer del supuesto victimario le dijo cuando ella le señaló lo que había sufrido, que pasara al otro día a cobrar las 8 horas trabajadas, hecho que se cumplió dando claro respaldo al accionar de quien sería su pareja.
Según se relata, en este geriátrico se le paga 50 pesos la hora a las trabajadoras, que son en su enorme mayoría mujeres de acuerdo a la generalidad.
Y no pocas manifestaron que incluso trabajan el mes y entero y no reciben salario, siendo despedidas sin cobrar.
El pago sería de unos 10 mil pesos por un mes por 8 horas de trabajo diario toda la semana, algunas veces sin descanso entre un día y otro, lo que muestra claramente, de ser así, una situación de explotación laboral que rompe cualquier viso legal y social.
“El negocio se sostiene en hacer trabajar y no pagar o en pagar una miseria, abusándose porque gente con necesidades de trabajar sobran y sobre todo mujeres” testimonia una mujer que dice haber cumplido tareas laborales en ese hogar de ancianos.
Las vecinas, de todas las edades, denuncian falta de pago o mal salario, violencia verbal así como otros maltratos y abusos, no solamente contra ellas sino además con las ancianas que residen en el lugar.
En cuanto a las trabajadoras, el hecho que las personas supuestamente victimizadas sean mujeres y necesiten el trabajo no es un dato menor.
También las abuelas que residen en el lugar son mujeres y en este caso, el hecho es agravado porque se trata de seres ancianas sin posibilidad de defensa laguna.
Otras mujeres se sumaron a esta denuncia social en un número muy sorprendente como víctimas de estos atropellos humanos y laborales.
Vecinos además subrayan una lamentable atención y una alimentación muy deficiente para con las ancianas.
Incluso, se ha dicho que una de las hijas de una de las ancianas que vivía en el hogar, tiempo atrás, ha radicado una denuncia ante las autoridades policiales sobre hechos supuestamente acaecidos en ese hogar, de gravedad penal, siempre contra la misma persona, sin que hasta el momento se conozca públicamente su resultado.
Daniel Frank