Ya corría tiempo de descuento. Tomás Andrade asistió a Rafael Santos Borré y el colombiano recibió la pelota en el borde del área grande, acomodó su cuerpo, quedó mano a mano con el arquero de Morón y sentenció el 3-0 que le dio a River el pasaje a la final de la Copa Argentina. A continuación corrió a celebrar, miró hacia atrás del arco de la definición, formó un corazón con sus manos, señaló, al parecer, hacia donde estaban los hinchas y explotó la polémica: ¿confundió la tribuna de Morón con la de River o, como dijo, apuntó con sus dedos a una cámara para dedicarle el festejo a su mujer?
Fue la intervención de un periodista ubicado en el campo de juego lo que despertó la duda que, o dejaba en ridículo al jugador de River o cuanto menos lo exponía como un jugador indisciplinado, algo que acaso entendió el árbitro Mauro Vigliano, quien lo amonestó tras el discutido festejo.
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Rápidamente Borré se transformó en tendencia en las redes y una de las primeras en reaccionar fue su novia, Anita Caicedo, quien se lanzó contra los periodistas. “¡Fue a la cámara! Siempre celebra a la cámara”, dijo en primera instancia.
Más tarde, por si había quedado alguna duda de su estado de ánimo, la esposa del jugador surgido en Deportivo Cali lanzó: “Insólito que sean tan incapaces de entender una celebración que siempre es la misma”
Al final, fue el propio jugador quien explicó: “Estaba buscando la cámara para dedicarle el gol a mi mujer, nunca quise hacerle gestos a la hinchada de Morón. El árbitro malinterpretó todo“.
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