Un homidio brutal. Una mujer indefensa, asesinada y desmembrada tirada en cañaverales. Están acusados quien era su esposo y la amante. Un juicio que tardó nueve años en hacerse y que aún con fecha, ni siquiera ha comenzado. Una tortura de infierno incalificable para la familia Chiaro. Y para la hija del matrimonio, hoy adolescente, residente en Esperanza. Son hechos que se suman y que indignan hasta hacerlo patético.
Capturan al acusado por el femicidio de la ingeniera agrónoma esperancina Marcela Chiaro, en la ciudad de San Miguel de Tucumán dicen los medios de esa provincia.
Personal de Homicidios dio captura a al médico veterinario Luis Corral, quien debe ser juzgado por el hecho ocurrido en 2012.
Estaba prófugo de la Justicia desde el lunes cuando debió comenzar a ser juzgado por el horrendo crimen tras 9 años del suceso.
Los efectivos de la División Homicidios detuvieron en la tarde de este martes al femicida que mató y descuartizó a su mujer de acuerdo a al juicio.
El imputado, quien tenía pedido de captura tras su no presencia en los tribunales de Tucumáa fue hallado en la casa de su nueva pareja en el Barrio Gráfico de la Capital tucumana. Este profesional fue imputado en el 2012 y estuvo tres años en la cárcel, y luego pasó 6 años en libertad, tiempo en que contrajo matrimonio nuevamente.
“Dimos cumplimiento a un allanamiento ordenado por la Sala I de la Cámara Conclusional en una vivienda del Barrio El Gráfico.
Allí, donde funciona una veterinaria, se procedió a la detención de Luis Corral. Esta persona debía presentarse este lunes en la sala de audiencias y no lo hizo, por lo que se ordenó esta medida de allanamiento para su captura y detención. Ahora será puesto a disposición de la Justicia”, explicó el jefe de la División Homicidios, Diego Bernachi, a los medios tucumanos quien supervisó la medida.
Chiaro había sido vista por última vez el 13 de febrero de 2012. Cuatro meses después hallaron parte de sus restos en un cañaveral, en Leales.
Durante el juicio también será juzgada Paola Castro, una supuesta amante del veterinario en tiempos en que estaba casado con Chiaro y con quien tuvo un hijo en ese tiempo.
El matrimonio de la extinta con el sujeto acusado de este espantoso crimen tiene un hija, hoy adolescente, que mora en Esperanza con sus tíos y abuelos.
Precisamente los familiares de Marcela Chiaro han hecho y hacen un enorme esfuerzo familiar y económico para poder estar en el juicio. Incluso debieron hacer beneficios con la colaboración de la sociedad, por lo que la permanencia para una nueva fecha de juicio de la familia es realmente engorrosa debido a la actitud de la defensa del imputado.