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domingo, abril 28, 2024
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“El año 2020 la gente donó 20 mil y ahora casi 50 mil pesos”

Miguel Lorenzón está contento. No sólo por el éxito repetido de la caña con ruda en la proveeduría y bar sino además, por poder hacer junto con su familia, el bien a tanta gente que lo necesita.

 

La tradicional fiesta curativa del brebaje nacido en el conocimiento del efecto curativo de las plantas, ejercido por los nativos paraguayos y luego esparcido por América- para valorarlo hay que recordar que el inicio del ejercicio de la medicina fue con el uso de plantas y flores y basta recordar los libros del esperancino Dr. Esteban Laureano Maradona dedicado a las plantas medicinales en cuyo nombre se celebra nacionalmente el Día del Médico Rural- de la Caña con Ruda.
La caña es un brebaje gaucho popular de Argentina y de Brasil especialmente y la Ruda es un yuyo curativo como infinidades de plantas y flores que hay especialmente en los montes y selvas.
Lo cierto es que más de mil quinientos esperancinos pasaron por la proveeduría y boliche de los Lorenzón como todos los años y compartieron el rito de la amistad y solidario también.
Porque hay que decir que en este año la gente puso en la alcancía la nada despreciable cifra de casi 50 mil pesos, para ser exacto, 49.700.
Fue cuanto el tesorero de Cáritas de la Parroquia San José llegó por la tarde antes de las 18- había comenzado a las 7.30 del domingo pasado- llegó hasta la Avenida Córdoba, a pasitos de San Arnoldo Janssen y se abrió la urna con el dinero con cuatro personas como testigo.
Por supuesto que hubo sorpresas y alegría porque el año pasado la caja tenía unos 20 mil pesos y este año le faltaron sólo trescientos pesos para alcanzar los cincuenta mil.
Un detalle que denota el ambiente de calidez que se vive durante las jornadas todos los primero de agosto de cada año es que cuando hubo mucha gente en ciertos horarios picos y las manos no alcanzaban, el vecino de al lado, el de enfrente y los de la otra cuadra, acudieron en auxilio de la familia Lorenzón para que los esperancinos sean bien atendidos.
Hay que citar el respeto por el protocolo, el ejercicio del distanciamiento social, cada vasito y servilleta unipersonal, que luego fueron arrojados tras su uso en cestos colocados en la vereda de Avenida Córdoba. Todo este servicio es gratuito para todos los asistentes.
Como folklore del día hay que citar que bebieron la Caña con Ruda y se encontraron allí desde la intendente Ana Meiners y miembros de su gabinete, concejales, médicos, periodistas, amas de casa, trabajadores públicos y privados, obreros, profesionales, albañiles, curas y monjas de la ciudad, gente académica y peones rurales, un hecho de cultura que no suele ser muy común, pero que es altamente agradable a la vista y al corazón. Y encima de ello, con un fin de caridad: ayudar al que más está sufriendo en nuestros barrios.