19.3 C
Esperanza
lunes, abril 29, 2024
InicioActualidad"La gente de Esperanza es increíble"

“La gente de Esperanza es increíble”

Felices. Así están en la Capilla San José Obrero en el Barrio Ciclar. Y en la parroquia de la Natividad de la Santísima Virgen. Fue la kermese que todos los años organizan los integrantes del templo y la comunidad católica del sector con una enorme cantidad de gente.

A las 10,30 de la noche ya no quedaban más choricitos. A la medianoche, las 150 docenas de empanadas se habían evaporado. A las 2 de la mañana dejaron de vender bebidas.

Antes de la medianoche tuvieron que duplicar la compra inicial de hamburguesas. Las parrillas no pararon. Tal es así que apenas eran las seis de la tarde y una vecina apareció con una fuente: “el año pasado me quedé sin empanadas, quiero dos docenas” y los freidores se pusieron a hacerlas.

De entrada no más debieron extender sillas y tablones en las calles del frente y del costado de la Capilla histórica que rezó al clima y Dios los bendijo con una noche excepcional.

Los juegos de la kermese con fieles de la parroquia ayudando y animando, y entregando los premios a los ganadores.

Vendieron tortas, dulces, cuanto se pueda en una kermese. Tal es la colaboración de la gente que por ejemplo, el relleno de las empanadas fue donado. O un hombre con su familia preguntó “¿cuántas tortas quedan?”  “Las llevo a las dos” dijo ante la respuesta y pagó 300 y 350 pesos por cada una.

Y el espectáculo, sin cobrar un peso, como siempre, con “Emi Billoud y Los Juglares” que en marzo se van a México de Gira. A los que hay que sumar a “Cachito” Soldavini entre otros tangueros buenos de corazón además de los pibes Fonatana, que hacen de sus letras un rap que es una toma de conciencia de la vida más allá de las adversidades severas que nos presenta a veces.

Fue una noche mágica, familiar, cálida, una fiesta de la familia y un modo de hacer presente al amor de Dios en la kermese de la capilla.

 

Hicieron con el dinero sala de catequesis, entre otras obras importantes. El dinero va para el mantenimiento y las obras que se necesitan y especialmente para los chicos del barrio que concurren a compartir la enseñanza cristiana y la vida en un espacio de amor comunitario.