El sábado 17 conmemoraron 52 años de casados el matrimonio formado por Alberto Miserez y Marcela Risch. Vecinos conocidos y muy queridos del Barrio Oeste que se caracterizan por su ayuda al prójimo.
Cada año, cada mes, cada día compartido ha sido una bendición, y hoy es un momento especial para celebrar todo lo que han logrado como matrimonio.
El matrimonio consolidado en el tiempo por el amor y la protección de Dios y bajo el manto de María recibió la bendición a cargo del Padre Tadeo Giza en la Parroquia San José en la misa del sábado por la noche.
Alberto y Marcela festejaron sus “Bodas de Turmalina” rodeados del amor de sus 8 hijos y sus 18 nietos.
Una hermosa familia que la ciudad reconoce por su solidaridad con los que necesitan una mano de un hermano predispuesto a ayudar.
Este matrimonio comienza todos los días alrededor de las 5 a preparar su ayuda a una gran cantidad de familias. Entre pan donado por diferentes panaderías y mercadería, estas familias pasan por el hogar de Alberto y Marcela en busca de esta asistencia.
En estos 52 años juntos son un hermoso testimonio de su amor duradero, compromiso y respeto mutuo. Han creado un tesoro invaluable de recuerdos, han superado desafíos juntos y han experimentado la alegría de ver crecer su amor y su familia. Y hoy podemos decir que son ejemplos inspiradores de lo que significa comprometerse, apoyarse mutuamente en los momentos difíciles y celebrar los momentos de felicidad.
Ella vino de Entre Ríos a trabajar a Esperanza y desarrolló sus actividades en la casa de la familia Albarracin. Con el correr de los años llegó a jubilarse como ama de casa. Él trabajaba en Grandes Almacenes, luego pasó a ser empleado de la ex FAVE hasta acogerse a los beneficios de la jubilación.
“Bodas de Turmalina”
“Bodas de turmalina” es una expresión que se utiliza para referirse al 52º aniversario de matrimonio. Al igual que en muchas otras culturas, en la tradición occidental se han asignado materiales o elementos simbólicos para representar cada año de matrimonio. Estos materiales suelen aumentar en valor y durabilidad a medida que avanza el tiempo, lo que simboliza la fortaleza y la creciente solidez del matrimonio.
La turmalina es un mineral precioso, conocido por su belleza y variedad de colores, y representa la longevidad, la estabilidad y la diversidad en el matrimonio. Celebrar las “bodas de turmalina” es una ocasión especial para conmemorar 52 años de amor, compañerismo y compromiso en el matrimonio. Es un hito significativo que refleja la dedicación y la fortaleza de una pareja que ha compartido más de medio siglo de vida juntos.