Las redes sociales arden más que nunca en los tiempos de pandemia. La gente, los argentinos especialmente, viven más en la red de internet que en sus propias ciudades y pueblos.
Allí vuelcan los sentimientos y las ideas. Y una de ellas se ha vuelto masiva. Se trata de la simpática campaña llamada: “Que vuelva la negrita” y avisa que “sino, no te compramos más”.
Nadie puede saber cómo empezó pero se ha hecho viral, especialmente en las personas adultas o de mayor edad.
Es que la harina “Blancaflor” durante décadas se identificó por su paquete de color celeste con una negrita cocinera en el centro.
La empresa Blancaflor ha decidido modificar este logo identificatorio al parecer, por una mano blanca amasando. Y ésto no gustó para nada a los amantes de la harina y la marca.
La amenaza de boicot comercial no se sabe si se cumplirá o no, pero por estos días no deja de ser un hecho comercial que fija tendencia y comentarios en el mundo virtual por el cariño que los consumidores argentinos tienen por “la negrita” de Blancaflor.