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viernes, mayo 3, 2024
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Duro comunicado del nivel secundario del Colegio San José

El más que centenario Colegio San José de Esperanza, de los padres Verbitas, expuso en un duro comunicado, su parecer acerca de la situación educativa que atraviesa la educación del nivel medio.

A nuestra comunidad

Los docentes de la EESOPI 8006 “San José” hemos elegido esta profesión siguiendo el impulso de nuestra Vocación, la que nos vuelve apasionados en esta tarea, la de educar. Nuestra formación es continua: nos seguimos perfeccionando cada día y lo seguiremos haciendo con un único objetivo: EDUCAR CON CALIDAD, formar personas íntegras, comprometidas, con valores humanos y cristianos, acorde a nuestro Ideario como Centro Educativo Verbita.

Una de nuestras mayores responsabilidades es planificar las actividades que desarrollamos que requieren tiempo, un tiempo que es necesario para organizarlas, proveernos de materiales y tener a disposición los recursos necesarios para ofrecer a nuestros alumnos (apuntes, herramientas tecnológicas, pautas y criterios de trabajo elaboradas a conciencia, modos de evaluar diversos, entre otros) para poder brindar lo mejor en nuestro Espacio Curricular, atendiendo a las necesidades educativas especiales y a la diversidad de nuestros educandos.

Otra fue la de revisar los contenidos absolutamente necesarios luego de estos dos años de ciclos escolares atípicos atravesados por la pandemia: reorganizar la currícula que veníamos trabajando hasta el año pasado, reestructurar nuestra forma de enseñanza adaptándonos a  esta nueva educación estableciendo pautas nuevas y claras de trabajo con los alumnos a la luz de nuestro Ideario, pensando en cada estudiante y en cada familia que nos confía la formación integral de sus hijos.

Ese tiempo del que hablamos, es el tiempo que no disponemos cuando la información no es clara, confusa y llega a horas del inicio de este nuevo Ciclo Lectivo. Incluso es compartida antes a los medios de comunicación que a las instituciones educativas.

Consideramos que bajo estas condiciones que hoy transitamos, el factor “tiempo” es fundamental para que se analice la información, se comparta y revise cuál será el accionar, se coordinen modos claros de comunicar a las familias, como siempre lo hemos realizado y no quede de manifiesto como una desprolijidad del Colegio.

Esto se ejemplifica con hechos concretos como la decisión que se tomó a fin del año 2021 en que se debían cerrar notas por Trayectos o por Bloques, cuando todo el año se trabajó por Espacios curriculares; o cuando al finalizar la Etapa de Acreditación de Febrero 2022, a días de comenzar este nuevo Ciclo Lectivo, llega una nueva Circular con normativa sobre los Criterios a tener en cuenta respecto a lo que conocemos como repitencia.

Lo expresado es una de las causas más importantes que nos lleva a manifestar nuestra disconformidad.

No menos relevante es que seamos considerados como corresponde en nuestra labor, con un salario acorde a nuestra profesión, con pautas claras de trabajo atendiendo a valores que forman nuestro Ideario Educativo tales como el respeto a la persona, a su trabajo y profesión, la justicia, la responsabilidad, la solidaridad, entre otras.

Solicitamos que estas normativas puedan tratarse con antelación para poder empezar el Ciclo Lectivo a tiempo, de modo organizado, sin desmerecer la tarea del docente ni tampoco de los alumnos y sus familias que nos confían la formación de sus hijos.

Somos conscientes que hoy nuestra educación está lejos de ser una educación de calidad, que atraviesa una profunda crisis que todos debemos atender y que se agrava con cada decisión errónea desde lugares muy lejanos y ajenos a las aulas que se toman.

Constantemente notamos nuestra dignidad pisoteada por imposiciones que nos impiden desarrollar nuestra tarea docente con responsabilidad y calidad.

Hay un sentimiento común que menosprecia el trabajo, el esfuerzo, el mérito no sólo en nosotros, sino en aquellos alumnos comprometidos en su tarea de aprender y las familias que han acompañado y exigido a sus hijos el cumplimiento de las normas y responsabilidades escolares.

¿Dónde quedan entonces trabajando de este modo, los valores que como Escuela Católica promulgamos?

Poniéndonos en el lugar del alumno que se esfuerza día tras día y que llega a pensar ¿para qué trabajar tanto, esforzarnos en cumplir con nuestras obligaciones escolares en tiempo y forma, estudiar diariamente si, al finalizar el año, estamos a la misma altura que aquellos compañeros que no se esforzaron en lo más mínimo, no estudiaron, no cumplieron y se les da la posibilidad de acreditar, a través de trabajos, varios espacios curriculares del 2020 y del 2021 considerados como un mismo ciclo?

Esta mirada “facilista” termina reflejando que el beneficio es para todos, sin importar el trabajo y sacrificio realizado, la tendencia a “nivelar para abajo”, proclamando y avalando siempre que “aprender es un derecho” sin marcar también cuáles son las obligaciones que devienen del derecho a aprender y de otros tantos derechos importante en la formación de las personas.

Durante años en la Formación Docente Permanente que nos brindó el Ministerio de Educación, se nos habló de “trabajar en territorio”, sin embargo y debido a la pandemia llegaron lineamientos generales para todas las escuelas que echaron abajo esta premisa.

Desafortunadamente no todas las escuelas pudieron trabajar de la misma manera. Dichas normativas favorecieron a algunas Instituciones en desmedro de otras, porque el contexto en el que debían trabajar era totalmente distinto… la escuela NO PUEDE NI DEBE ser ajena a su entorno. Los lineamientos no pueden ser iguales para contextos totalmente diversos.

El Colegio “San José” nunca dejó de trabajar en pandemia. Las clases no se interrumpieron, tuvimos que aprender rápidamente a utilizar otros formatos para poder seguir dándoles clases a nuestros alumnos, buscando los mejores recursos, lo mejor para ellos y atendiendo a la situación particular de cada familia.

Siempre estuvimos ahí: encuentros virtuales diarios en todos los espacios curriculares, consultas, videos y material de apoyo. Evaluamos a todos los alumnos a fin del año 2020 para ver si el conocimiento había sido adquirido. Pudimos mantener el vínculo con todos los alumnos: docentes, preceptores y equipo SOE, talleres para las familias y también para los alumnos, jornadas de convivencias virtuales para acompañar y sostener el aspecto emocional de los chicos.

En el año 2021 nos organizamos para trabajar en la bimodalidad. Volvimos a investigar formas nuevas de trabajo para que los alumnos que una semana quedaban en sus casas siguieran trabajando desde allí y consensuamos adoptar el modelo de Clase invertida, que seguimos manteniendo todo el año, luego retornando a la presencialidad plena. A pesar de trabajar de esta manera, dichos lineamientos ministeriales establecieron que, a la hora de acreditar saberes, se suprimieran las calificaciones numéricas, se flexibilice la asistencia y se faciliten al extremo las condiciones de promoción de año, primando una cierta presión para que prácticamente se certifiquen aprendizajes no verificados.

Se ha privado a la escuela y a sus docentes de desarrollar una enseñanza sistematizada con el rigor metodológico requerido.

Se ha propiciado el evaluar menos, exigir menos y que se acrediten saberes “en cuotas”. El rol docente se desdibujó tanto que quedó como un simple facilitador, subestimando la complejidad del proceso enseñanza – aprendizaje, desconociendo su autoridad sin ser consultado a la hora de tomar decisiones.

Compartimos que la idea de buscar juntos la mejor forma en que la educación llegue a todos los niños y adolescentes de nuestro país NO ES BAJANDO LA CALIDAD Y LA EXIGENCIA.

Acordamos que se deben maximizar los esfuerzos para acompañar y sostener las trayectorias de todos los estudiantes y favorecer su permanencia en el sistema. Pero, no hacerlo en detrimento de la calidad educativa, sino manteniendo los estándares correspondientes.

Sólo una formación de calidad puede permitir en el futuro conseguir un trabajo que lleve a mejorar la calidad de vida, poder continuar estudios superiores, llegar a ser ciudadanos críticos y agentes de cambio en pos de una sociedad más justa y fraterna.

Sólo una educación de calidad puede garantizar igualdad de condiciones para todos. Por todo lo expresado, nos manifestamos: nuestro pedido excede por mucho el pedido de una recomposición salarial.

Como dice el lema que hemos elegido para este ciclo lectivo 2022 “Juntos construimos una escuela que evangeliza” esta es nuestra forma de alzar nuestras voces, de hacer saber nuestra postura frente a la Educación de la que cada uno de nosotros es apasionado y ha elegido enseñar.

Somos conscientes que hay situaciones mundiales que exceden todo esto y son de extrema gravedad: la guerra, la pandemia, la inseguridad, las catástrofes naturales, la deserción escolar, la pobreza, entre otras y que este reclamo puede llegar a parecer insignificante o desubicado frente a este panorama global.

Aquí y ahora, en este tiempo precioso en la vida de nuestros niños y jóvenes que nos toca de cerca porque somos protagonistas, soñamos luchar contra la ignorancia, la mediocridad, el desprecio al mérito, la falta de responsabilidad y compromiso, una lucha que muchas veces sentimos que perdemos porque no somos escuchados.

No estamos dispuestos a bajar los brazos si queremos conseguir una EDUCACIÓN DE CALIDAD y devolverle a la escuela su verdadero rol, el de formar y enseñar, el de ayudar a formar personas humanas y cristianas para la construcción de una sociedad mejor.

Comunidad Educativa

Nivel Secundario Colegio San José