Más tiempo pasa, más detalles se conocen del horrendo caso denunciado en la localidad de Pilar, y entonces más sacude a la población y a la zona.
La violación en manada de 12 hombres, que según se denuncia, la mantuvieron cautiva a una adolescente por cinco horas de manera continuada, sometiéndola sexualmente, no tiene antecedente en la provincia y en el país, y es por ello que su caso ha tomado tanta trascedencia a nivel provincial y nacional.
Lo primero que desató el caso fue que otra chica menor de Pilar, se atreviera a denunciar a uno de los 12 como su violador anterior, en una noche que fue llevada en el automóvil del acusado a una zona rural donde según sus dichos, abusó sexualmente de ella.
Como se sabe, el hecho que sea menor, si es probado el abuso, no da lugar a consentimiento ni derecho alguno al acto ante la ley y más si se trata de un mayor de edad su victimario.
Hay que citar que los acusados tienen entre 23 y 26 años, salvo el menor de 17 años entonces.
Otra derivación de este hecho, que tiene a 10 detenidos- uno de ellos era menor al momento de los hechos que se denuncian pero tenía edad punible y otro joven que ya fue acusado se encuentra en España-es el uso de drogas durante la fiesta, como se ha denunciado y los testimonios recogidos por la Fiscalía, más otras acciones probatorias.
Hay que citar que en la fiesta estaban la víctima, otra menor y una hermana mayor. La denunciante al parecer era la novia de uno de los asistentes a la fiesta o mantenía una relación afectiva de cercanía con la menor. Se cuenta que la pareja habría subido a la habitación superior de la casa en un primer momento al parecer, donde luego se desarrollaron todos los hechos denunciados.
Retornado al uso de drogas, es dable pensar que si los hechos ocurrieran tal como se denuncian y los testigos han corroborado ante la Fiscalía, fue un adulto el que llevó las sustancias prohibidas a la casa, al igual que el alcohol y que la víctima dice haber consumido por primera vez.
Una de las versiones que hay en fuentes cercanas a las investigaciones es que en los 120 aparatos electrónicos secuestrados, que fueron tratados judicialmente por expertos de la policía de la ciudad de Rosario- algunas pruebas habían sido borradas pero fueron recuperadas- da a uno de los acusados, como un vendedor de drogas en la localidad de Pilar. Se dice que ya está identificado. Es claro que este tema será uno de los derivados del caso y que atenderá la Justicia Federal. Y ala vez no deja de ser uno de los agravantes de la causa.
Uno de los hechos más dolorosos que son parte de las circunstancias que atiende el caso, es el de la menor ultrajada que denunciara los hechos junto a su madre.
La misma se ha ido de Pilar y reside en otra provincia tal como lo ha dicho la Fiscal de la Causa, la doctora Angela Capitanio y su madre a los medios de comunicación.
Sin embargo hay otro tema que se cuenta. Se dice en fuentes vinculadas a la causa que la menor habría perdido el habla debido al sufrimiento que le ha causado este brutal ataque o que su discurso es tan confuso que se hace inintendible. Sin dudas, la noche del 13 de mayo de 2018 será un día muy negro para ella y su familia.
Mientras, los familiares de los detenidos, que están en diferentes centros de detención de la provincia, organizan marchas para que sus hijos queden en libertad hasta el juicio, organizaciones de la defensa de los derechos de la mujer y vecinos han dado a conocer un comunicado.
Hay que recordar que la carátula de la causa es: “Abuso sexual con acceso carnal agravado por la multiplicidad de autores” y que tiene una pena entre 8 y 20 años de cárcel.
Parte del texto de una de las organizaciones dice: “Un grupo de amigos de nuestro pueblo, invitaron a tres mujeres a una fiesta en la casa de uno de los involucrados, dos de ellas menores de edad.
La mencionada fiesta terminó con 11 mayores y un menor de edad violando a una menor de 15 años.
Entre los participantes de la violación se encuentra un coordinador de viajes de egresados, relacionista público en la costa durante el verano, y varios de ellos con denuncias a cuestas”.
Mientras tanto, el Colectivo Feminista de Pilar ha dicho públicamente: “Como han de saber, los tiempos de la justicia no son nuestros tiempos, es un proceso muy largo, y no estamos dispuestas a esperar de brazos cruzados. Necesitamos que esto llegue a todos los oídos de quienes puedan escucharnos y ayudarnos para que esto no vuelva a suceder nunca más, y que los culpables no queden impunes“.