Néstor Estrubia, el más famoso de todos los fotógrafos de Esperanza, reabrió en la tarde de hoy Estudio Fotos en la city comercial de Esperanza. Acompañado por el joyero “Cachito” Garibaldi, su vecino comercial, comparten el final de la cuarentena del comercio y un momento donde se comienza a ver la luz del túnel.
Estrubia cuenta que en la economía de su comercio el golpe ha sido tremendo y lo seguirá siendo porque “no sólo estuvimos cerrados en la atención al público, porque que no haya escuelas significa que se pierde por todo el año un ingreso importante de dinero por las fotografías y servicios de video. Además, todas las fiestas están suspendidas, casamientos, cumpleaños, festejos, posiblemente hasta setiembre y el ingreso es cero” cuenta a cronistas de El Colono del Oeste.
Durante este tiempo de cuarentena, el entretenimiento fue digitalizar las fotos viejas, miles, de papel. Mandar además las de sus amigos para que ninguna se pierda, para que pudieran conservarlas. Pero claro “fue un entretenimiento, que no da dinero” cuenta este apasionado de toda la vida de la fotografía.
“Otro tema es cuánto dinero tiene la gente. Seguramente hay una clase social que por suerte cuenta con dinero, pero no es la mayoría de las personas. Habrá que estar atentos y confiar en que lentamente el trabajo va a volver de la mano de la gente.
En este tiempo, en materia de ingreso de dinero, nos pusimos al día con otros fotógrafos de la ciudad, para hacerles todos los trabajos atrasados. Pero esta actividad ha terminado y era un dinero limitado.
Sin dudas, será un tiempo complicado el que viene.
Esta pandemia nos enseñó mucho. Además, ha servido para revisar gastos que pueden considerarse innecesarios o de segundo orden. En ese sentido, la cuarentena ayudó a mejorar la economía del hogar. Esto lo hablamos mucho con Ana -Dumas, su esposa- porque hubo que reordenar la economía familiar, y la verdad creo que éso ha sido en muchos hogares” comentó Néstor Estrubia acerca de las consecuencias de este tiempo de pandemia.
El corte de pelo de Néstor estaba impecable. Demasiado para todo este tiempo sin peluquería desde el 20 de marzo. Entonces nos comenta: “Es que tuve que aprender a cortarme y cortar el pelo. Conseguimos el equipo, aprendimos en familia y nos cortamos el pelo. Todo se aprende cuando hay necesidad y deseos de superar el problema” dice con su buen tono y sonrisa permanente.