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miércoles, mayo 1, 2024
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“Serán meses muy duros para el comercio”

Hoy miércoles abrieron los comercios por la tarde. Uno de los más tradicionales en la Plaza San Martín, corazón de la city esperancina, es Casa Bode. Cronistas de El Colono del Oeste dialogaron con sus propietarios y empleados, en el marco de una recorrida por los comercios esperancinos históricos.

“Es un respiro importante después del delibery. Los clientes empiezan a llegar muy espaciados. La situación es y será muy dura para todos los comercios esperancinos y del país. Gracias a Dios la primera venta de artículos escolares la pudimos hacer antes del cierre obligado por la cuarentena. Eso nos dio algo de espalda, pero la segunda venta de institutos terciarios, facultades y demás no se pudo hacer. Quedó toda la mercadería en depósito pero hubo que pagarla. Y creemos que este año no habrá clases en ninguno de los tres niveles, primaria, secundaria y terciario-universitario.

En materia de juguetes, lo más importante para nuestro ingreso económico que viene es agosto, con la Fiesta del Niño, pero las fábricas de juguetes están paradas y el comercio internacional no existe. Ya comenzamos a movilizarnos en ese sentido, pero todo es incierto.

Nosotros tuvimos la suerte de no tener cheques rebotados, estar bien administrados y entonces las empresas mayoristas dicen: A estos hay que darles la mercadería que piden. Es un enorme alivio, pero de cualquier manera también está el tema del dólar y de la burocracia que es un mundo muy complejo.

Nosotros estamos agradecidos al gobierno (nacional) que nos ayudó a pagar los salarios de nuestros empleados y también que pudimos obtener un  crédito, que iremos pagando mientras vaya entrando el dinero. Porque hay otro tema, si la gente tiene dinero para comprar.

Todo ésto ha sido un aprendizaje muy doloroso y todavía incierto. Pasó, por ejemplo, que un hombre mayor golpeaba la puerta muy enojado y decía que sus padres y él habían sido clientes de toda la vida de Casa Bode, preguntándonos por qué no lo atendíamos. Nos partió el corazón, pero no podíamos abrirle la puerta y atenderlo porque cómo le explicábamos que teníamos las manos atadas. La pandemia nos enseñó muchas cosas…” señalaron los entrevistados.