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lunes, abril 29, 2024
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Valentía creativa. Allocutio del Padre Ernesto Agüera a la Legión de María

Antes de referirme a lo que dice el Santo Padre en su carta apostólica Patris Corde, debo recordarles que el Papa no escribe simplemente para decir algo lindo, algo bonito sobre San José, sino que todo lo que escribe el Papa, y al Papa, repito una vez más, hay que leerlo, no tenemos que guiarnos por lo que nos dicen los medios, que todo lo deforman, al Papa hay que leerlo. Cuando el Papa escribe, escribe con una intencionalidad. Una intencionalidad que es guiar a la Iglesia. Y que mejor guía puede tener la Iglesia que la de San José, que es protector de la Iglesia Universal. El punto que hemos destacado tiene algo que decirle a Los Legionarios, puede ser para todo el mundo, pero tiene un contenido especial para los Legionarios, sino, no lo hubiéramos tomado como lectura espiritual.

En el punto 6 “Padre trabajador”, plantea que el trabajo no es simplemente un modo de ganarse la vida, sino que, tal cual lo señala el Papa, es un modo de modificar la realidad, un modo en que la naturaleza deja de ser “natural” para transformarse en artificial. Podríamos decir, más que artificial, una naturaleza espiritualizada, en el sentido amplio, no en el sentido de Alma humana y de Espíritu Santo, sino de aquellas cosas que no son materiales: yo no encuentro una silla en un bosque, encuentro un árbol. Pero hay una idea en el hombre, que incluso se puede transmitir de generación en generación y esa idea luego queda plasmada en el tronco del árbol que se cortó. Entonces, cuando yo veo una silla, una silla de madera, y hay procesos más complejos, yo veo no la naturaleza en estado bruto sino la naturaleza que podríamos decir espiritualizada, con una idea, que es algo inmaterial, pero que a partir de ella se ha producido algo material nuevo.

El trabajo del ser humano tiene mucho de creador. No existen “las sillas”, no existen las botellas, no existen las agendas, nada de lo que usamos habitualmente existe por sí mismo, ni brota de la tierra, brota de la inteligencia del hombre, de una idea que podemos transmitir. Y es así como el trabajo modifica la realidad y por eso, lo dice el Papa y está plasmado en el Concilio Vaticano II, el hombre se hace creador, como Dios. Dios ha creado al hombre como creador, es un co-creador en este mundo. Esto nos indica nuestra altísima dignidad. Por eso todo trabajo que nosotros tenemos que realizar tiene que ser hecho con cuidado y no me refiero solamente a un trabajo hecho con un elemento material físico, cada vez que uno le enseña algo a una persona modifica la mente, las ideas. Yo no sabía cómo cocinar un pollo y ahora yo estoy modificado, gracias a lo que el otro me enseñó, de tal manera que ahora yo sé cocinar un pollo, mejorará con la práctica pero es así. Entonces ahí vemos como este ser trabajador no se remite sólo a cuestiones físicas sino al ámbito de lo intelectual y también de lo relacional. Y ahí vuelvo a decir al ámbito espiritual, ahora en el sentido religioso.

El trabajo que le corresponde a ustedes es el de modificar a las personas. A veces reflexionamos poco acerca de esto, pero cada vez que ustedes se encuentran con alguien y le hablan de María, cada vez que le hablan de Cristo, ustedes están introduciendo una idea, que capaz que la persona ya la tenía y entonces la están reforzando o están modificando mínimamente la concepción que esa persona tenía de Dios, de la religión, de la Iglesia. Por eso hay que tomarse muy seriamente el ser trabajadores de Jesús y de María. El Legionario tiene que tomarse muy enserio el trabajo, el trabajo que tiene como Legionario, que va unido a la valentía creativa. Yo decía: no existen las sillas en un bosque, a alguien se le tuvo que ocurrir antes de que la primera silla existiera, y los demás fueron copiando el modelo, en más o en menos. A alguien se le tuvo que ocurrir por primera vez algo que no existía: la creatividad es lo que ha hecho que el ser humano subsistiera y es lo que también tiene que hacer que nosotros, espiritualmente, subsistamos.

Esta pandemia nos ha mostrado caminos y carencias. Caminos y carencias. Caminos nuevos que se abren, pero hay una carencia de creatividad, hubo que empezar a hacer cosas que no se hacían, por ejemplo, al principio las reuniones por zoom o meet, eran eso, pero estamos ya como estancados en eso. En el mundo, al menos por los informes que leo de la Legión… entonces, ¿qué tenemos que hacer? Tenemos que volvernos un poco más creativos para ver como continuamos con la misma misión de siempre, con acciones creativas, pero claro, primero hay que pensarlas y si no se nos ocurren a nosotros tenemos que averiguar que ocurre en el mundo.

Ese va a ser el desafío del año 2022, preguntarnos ¿cómo evangelizo?, ¿qué acciones nuevas vamos a realizar en el año 2022?, por ejemplo, en la Basílica hemos hecho un esfuerzo grande para realizar una obra de teatro. Hay que averiguar, hay que investigar, pedir ayuda, para poder tener ideas evangelizadoras, evitando lo que el Papa llama el “habríaqueísmo”: construir una estatua con material reciclado de María, está perfecto, pero primero, antes de buscar un lugar, hay que tener en claro quién la va a hacer, no necesitan ser cosas monumentales.

Por eso hay que tomarse este tiempo de verano para pensar que acciones evangelizadoras vamos a llevar adelante, ideas nuevas, creativas, que puedan concretarse, aunque sean medio locas, por eso Francisco dice que pidamos “valentía creativa”, necesaria para presentar cara ante los proyectos, explicarlos y llevarlos adelante.

Foto: Gentileza Nené Erni