Su DNI ahora es el de “Horacia Eduarda”. A grandes problemas , grandes soluciones. Un padre cansado de las denucias de su exmujer por violencia de género y abuso sexual y de que no lo dejaran ver a su hija, se cambió de género y ahora es mujer.
Sucedió en la provincia de Neuquén y aunque todos los colectivos de feministas patalean, es legal.
Antes era Eduardo Becerra. Ahora es Eduarda Becerra. “Siempre tengo todas en contra por ser varón. Entonces decidí hacerme mujer porque amo a mi hija, aunque tenga que ser mamá en vez de papá para poder volver a verla. Ahora somos dos mamás”, dijo Becerra y si su expareja le hace denuncias en su contra deberá presentar pruebas.
La madre lo acusó de violencia doméstica y de abusar sexualmente de su hija, hecho que no fueron investigados y menos probados, porque la Justicia le dio razón a la madre de la cual su marido se había separado por voluntad de él.
El padre ahora madre hizo tres días de huelga de hambre frente al juzgado por ver a su hija y realizó dos encadenamientos simbólicos en el mismo lugar. Nunca lo atendieron siquiera.
“El año pasado murieron dos padres por mes entre suicidios y autoabandonos” recordó.
La mujer becerra no está obligada a vestirse como mujer ni a salir con hombres. Ahora la ley la -o lo- ampara.
Ahora la madre Eduarda busca volver a jugar y compartir la vida con su hija, pero aún si se lo niegan cuando sea más grandes a sabrá “todo lo que su papá luchó por verla” y que jamás la ha abandonado.