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lunes, mayo 6, 2024
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Carlos Palmero, un testimonio que conmueve a todos

Carlos Palmero es de Humboldt. A sus 60 jóvenes años corría 17 kilómetros tres veces por semana, por los bien cuidados caminos rurales de su tierra natal y donde mora con su familia, en contacto con la tierra, los pájaros y el verde maravilloso de esa padrera humbolense. Y 5 kilómetros los otros días, de puro gusto no más.

 

Amante de los deportes de toda la vida, es desde hace 5 años el secretario del Club Sarmiento de Humboldt, una prestigiosa entidad cargada de logros y con voluntad incansable de progreso. Una de las naves insignias deportivas del departamento Las Colonias.
Pero hace un par de semanas Carlos Palmero enfermó. Como todos los que viven y aman una vida sana, no sabe lo que es estar enfermo y por ello, asume que se negaba a ir al doctor. A pesar que su hija es médica. Finalmente la enfermedad y los riesgos que trae el Covid le puso fin a su libertad, nos cuenta en una entrevista con El Colono del Oeste.
Los profesionales del Sanatorio Esperanza hicieron sus estudios y finalmente fue internado en el Hospital de Esperanza. Tras varios días de internación y cura, porque lo suyo fue muy severo, hoy sigue la recuperación en su hogar.
El, que corría 17 kilómetros, no puede hacerlo ahora por 30 metros. Pasa mucho tiempo en la cama y dice que por dos o tres meses, aunque está curado, deberá hacer una vida diferente hasta que las secuelas que dejó en su cuerpo, acaben.
“Recuperado en mi salud, este triunfo es para ellos, el personal de salud a quienes ni siquiera conozco.
A quienes niegan esta pandemia les pido que respeten a los demás, que se cuiden porque al cuidarse protegen a sus padres, abuelos, o a las personas con comorbilidades, que ante el ataque de este bicho de porquería, la van a pasar mal.
Pero quiero valorar y agradecer el trabajo de los equipos médicos y de enfermería que están dando todo y a veces hasta reciben insultos porque se atreven a coartar sus libertades. Esos seres anónimos estáan dejando todo para salvar sus vidas.
Para mí, son y serán esos HEROES a los que nunca voy a dejar de agradecerles. Son los HEROES sin rostro” dice Palmero.