En tiempos de pandemia, la Escuela de Agricultura, Ganadería y Granja de la UNL se enfrentó al reto de repensar estrategias para continuar sus actividades desde la virtualidad. Actualmente, transita el retorno progresivo y cuidado a la presencialidad. Análisis del proceso realizado. El viernes se celebra el Día de la Enseñanza Agropecuaria.
La educación en tiempos de pandemia implicó desafíos inéditos para las instituciones educativas en general. Aquel nuevo contexto requirió desplegar variedad de iniciativas para sostener la continuidad pedagógica desde los hogares. Las actividades académicas teóricas y prácticas debieron adaptarse a la virtualidad modificando el dictado de las clases, la modalidad del cursado y la evaluación de los estudiantes, entre otros aspectos inherentes a la vida escolar.
En particular, la Escuela de Agricultura, Ganadería y Granja (EAGG), dependiente de las facultades de Ciencias Agrarias (FCA) y de Ciencias Veterinarias (FCV) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), no estuvo exenta de esta nueva realidad. La situación obligó a plantear nuevas estrategias tanto para continuar formando a los más de 250 alumnos procedentes de la ciudad de Esperanza y de distintas localidades de la región, como para mantener operativa una escuela de modalidad agropecuaria, localizada en un predio de más de 300 hectáreas, en zona rural.
Educación virtual
Con el fin de garantizar la continuidad pedagógica y acompañar las trayectorias educativas de los estudiantes, la EAGG apostó fuertemente a la educación en modalidad virtual habilitando múltiples canales de comunicación. El vínculo con los estudiantes y sus familias se vio favorecido por la implementación de correos electrónicos, grupos de whatsapp y reuniones virtuales, así como por los cursos creados en el Entorno Virtual UNL.
Además, la modalidad de cursado virtual requirió nuevas rutinas y horarios. Para cada espacio curricular se dispuso un encuentro semanal de una hora reloj de duración, a través de la plataforma Zoom. Esta modificación horaria exigió al cuerpo docente una revisión de los programas para dar prioridad al desarrollo de los contenidos esenciales de las materias teóricas, así como el diseño de estrategias pedagógicas en virtud de motivar el interés de los alumnos y habilitar la participación activa, logrando mantener la calidad educativa con respuestas creativas, en un doble esfuerzo por enseñar al tiempo de aprender a incorporar herramientas tecnológicas.
Asimismo, la enseñanza práctica propia de las secciones didácticas productivas de la escuela también debió adaptarse. Registros audiovisuales acerca de las técnicas que se deberían implementar en cada rutina, permitieron a los docentes abarcar los temas curriculares y salvar en parte la distancia casa-escuela. Parte de estas filmaciones fueron realizadas desde cada proceso agropecuario por parte de los maestros de enseñanza práctica y /o ayudante técnicos que continuaron asistiendo a la escuela como personal esencial para atender la producción animal y vegetal de la institución.
Retorno a la presencialidad
En 2021 la EAGG inició un ciclo lectivo bimodal, bajo la premisa de un retorno a la actividad presencial en forma gradual, respetando los aforos y protocolos aprobados por UNL y manteniendo la prioridad en el cuidado de la salud de toda la comunidad educativa. Así, se reanudaron las clases presenciales en los entornos formativos agropecuarios y en la materia educación física, en alternancia con clases virtuales para las materias teóricas del plan de estudio. Para ello, todos los estudiantes de primero a sexto año se organizaron en dos grandes burbujas -una de residentes y otra de externos- que asistieron, con rotación semanal, a clases prácticas presenciales en la Escuela Granja y a clases teóricas virtuales.
Luego del receso invernal, y en función a la situación epidemiológica, la escuela adoptó la modalidad presencial para todas sus actividades académicas en jornada escolar completa, a partir de un esquema de rotación semanal que mantiene la organización de burbujas de estudiantes, y habilitando actividades asincrónicas para los días de no asistencia a la escuela.
La educación agrotécnica en pandemia
En la EAGG la pandemia se afrontó con el esfuerzo y el compromiso asumidos por todos los actores institucionales, con el fin de garantizar la continuidad del proceso educativo de los estudiantes. Así, a partir la situación transcurrida, se puede afirmar que la presencialidad es un requisito fundamental para la educación y sociabilización de las alumnas y alumnos, especialmente en una escuela agrotécnica en la que los estudiantes aprenden “haciendo”. Sin embargo, las estrategias adoptadas permitieron descubrir nuevos caminos hacia la promoción del aprendizaje autónomo de los estudiantes, guiados por los docentes de cada espacio curricular y mediados por tecnología. Se trata de aprendizajes y herramientas que resultarán de utilidad para el futuro.